#Salud: ¿qué pasaría si tus auriculares fueran los culpables?

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Los médicos hablan cada vez más de este problema. Los
auriculares, especialmente los que entran dentro del canal
auditivo, alteran el microambiente natural del oído y el resultado
no son solo molestias: hay riesgo de infecciones repetidas si no se
gestiona este hábito con higiene y precaución.

Favorecen la humedad y barrera a la ventilación

El sudor natural y la humedad ambiental se quedan atrapados,
creando un ambiente que es el caldo perfecto para bacterias y
hongos. Así como el agua estancada se llena de bichos, el oído
“ahogado” por un auricular es vulnerable, sobre todo en climas
cálidos o tras hacer ejercicio. Sin ventilación, la piel del
conducto se va debilitando y pierde sus defensas.

Proliferación de bacterias y hongos por mala higiene

Los dispositivos llenos de polvo, cerumen o sudor pasan días en
la mochila o el bolsillo. Al ponerte un auricular sucio, introduces
microorganismos directo al oído. Bacterias como la Pseudomonas
aeruginosa y hongos como la Candida o el Aspergillus pueden
instalarse y multiplicarse.

La fricción y presión del auricular pueden causar pequeñas
heridas “microscópicas” en la piel. Esas microlesiones abren la
puerta para la infección, especialmente si ya hay gérmenes
presentes en el auricular o en tus manos.

El riesgo de otitis externa y media

No todas las otitis son iguales. Por ejemplo, la otitis externa,
popularmente conocida como “oído de nadador”,
afecta la parte visible y el canal del oído. Se asocia a la humedad
persistente y las lesiones mencionadas. La otitis media afecta la
parte más interna, detrás del tímpano, y aunque es menos común por
auriculares, puede complicarse si la infección se propaga o si la
estructura del oído está debilitada por eventos repetidos.

La otitis externa causa hinchazón, dolor agudo y puede producir
una secreción de mal olor. Si la infección no se trata, puede dañar
el oído de forma permanente. La otitis media suele ir acompañada de
fiebre y sensación de oído “tapado”.

Síntomas y señales de alarma

Las otitis asociadas al uso de auriculares se manifiestan con
síntomas claros: dolor intenso, sobre todo al tocar el oído o al
mover la mandíbula, suele ser la primera pista. Otros signos
habituales:

Escozor o picazón persistente dentro del canal auditivo,
enrojecimiento visible al observar el oído externo, secreción
acuosa o purulenta que a veces tiene mal olor. También pueden
aparecer sensación de oído taponado y pérdida de audición temporal,
como si llevaras tapones dentro del oído.

En ocasiones, la fiebre o el malestar general marcan que la
infección se ha complicado o ha progresado más allá del oído
externo.

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Foto Freepik

Medidas clave para prevenir las otitis por el uso de
auriculares

Prevenir es mejor que curar, y esto aplica totalmente a los
problemas con auriculares. Limpia tus auriculares con regularidad,
usando un paño seco o un producto específico, nunca agua.

Evita compartir auriculares, ni siquiera por un momento. Cada
oído tiene su flora y la transmisión de gérmenes es directa.
Asimismo, dale descanso a tus orejas, al menos 10 minutos por cada
hora de uso, para permitir que se ventilen.

Si sudaste, estuviste en un sitio húmedo o después de hacer
ejercicio, espera a que los oídos estén secos antes de usar
audífonos. No uses auriculares si tienes una pequeña herida o
eczema dentro del oído.

Guarda los auriculares en estuches limpios y no los pongas en
lugares con polvo, suciedad o humedad como bolsillos sucios o
mochilas abiertas. Todo suma para mantener la salud de tus
oídos.

Tratamientos y cuándo buscar atención médica

Cuando aparecen los primeros síntomas de otitis, suspender el
uso de auriculares ayuda mucho y consultar a un médico de inmediato
evita complicaciones. Los tratamientos suelen incluir gotas
antibióticas o antifúngicas, a veces analgésicos para el dolor. En
infecciones simples, estas medidas resuelven el cuadro en pocos
días.

Si el dolor es fuerte, hay fiebre, la audición disminuye
notablemente o la secreción es abundante y persistente, ve a un
otorrinolaringólogo cuanto antes. La intervención precoz previene
daños a largo plazo en la audición y las estructuras del oído.

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