Gislayne Silva de Deus era apenas una niña de 9
años cuando su padre, Givaldo José Vicente de
Deus, fue asesinado a quemarropa por una deuda de tan solo
150 reales. Durante los 25 años que siguieron, Gislayne nunca
renunció a su determinación de encontrar y hacer
justicia contra el hombre responsable de quitarle a su
padre.

La tragedia de la pérdida de un padre
En febrero de 1999, Givaldo José Vicente de Deus, de 35 años,
salió a jugar al billar con un amigo. Poco después, Raimundo Alves
Gomes, un hombre iracundo, llegó al bar exigiendo que Givaldo
le pagara una deuda de 150 reales. Una acalorada
discusión se desató, y Alves Gomes sacó un
revólver, disparando a quemarropa a Givaldo en el
abdomen. Aunque Alves Gomes llevó a la víctima al hospital, huyó
poco después, dejando a la familia de Givaldo devastada por su
trágica pérdida.
Gislayne, la hija mayor de Givaldo, se propuso
desde temprana edad encontrar al asesino de su
padre y asegurarse de que recibiera el castigo que
merecía. A los 18 años, comenzó a estudiar derecho, y siete años
después, se convirtió en abogada. Aunque no
planeaba seguir una carrera en el ámbito policial, terminó tomando
el examen y aprobándolo, impulsada por el deseo de que su padre se
sintiera orgulloso de ella.
Durante años, la familia de Givaldo no dejó de buscar
justicia. Gislayne y sus familiares recopilaron
información sobre el paradero de Alves Gomes y siguieron de cerca
las órdenes de arresto emitidas en su contra. Finalmente, en 2022,
Gislayne ingresó a la policía criminal de Roraima
y solicitó ser asignada a la Comisaría General de Homicidios, con
la esperanza de poder encontrar y arrestar al asesino de su
padre.
El anhelado arresto
Después de años de esfuerzos incansables, Gislayne logró
recopilar información sobre el paradero de Alves Gomes y
localizar la última orden de detención emitida en 2019. El arresto
finalmente tuvo lugar en 2023, en una zona de fincas del barrio de
Nova Cidade, en Boa Vista. Gislayne estuvo presente en el
operativo, y cuando tuvo a Alves Gomes, de 60 años, frente a ella,
le dijo: “Pedí su arresto y usted pagará por dejar
huérfanos a cinco niños”.

Alves Gomes había sido juzgado y condenado a 23 años de
cárcel por el asesinato de Givaldo en 2013, 14 años
después del crimen. Sin embargo, había permanecido prófugo desde
2016, hasta que finalmente fue capturado. Para Gislayne, la
detención de su padre’s asesino significó el cierre de un
ciclo doloroso. “Con su detención limpié mi alma y la de
toda mi familia. Fue el fin de un ciclo. Hoy tenemos paz y la
sensación de que se hizo justicia”, expresó emocionada.
“Nuestra participación en la búsqueda, en perseguirlo y en
no dejarlo impune se viene realizando desde hace
mucho tiempo. Si no hubiéramos estado allí, no habría habido
un jurado y el fiscal habría pedido la
absolución”, afirmó.
Si bien la detención de Alves Gomes significó un
alivio para Gislayne y su familia, ella no se
conformó con eso. “Esto no traerá de vuelta a mi padre, pero él
cumplirá la
condena que debería haber cumplido hace muchos años”, dijo.
Además, expresó su deseo de que otras familias que también han
perdido a seres queridos puedan obtener resultados justos, como
ella lo hizo.


