#Deportes: Vowles celebra el momento de Williams F1, pero avisa: “Ferrari traerá mejoras” #F1

De transición… a revolución. Lo que debía ser un año de espera para Williams, con la vista puesta en 2026, se ha convertido en una auténtica declaración de intenciones. En Miami, sexto Gran Premio del año, la escudería británica se consagró como la gran revelación del curso: fue el cuarto mejor equipo del fin de semana, por delante de Ferrari, y con un Alex Albon que firmó un sensacional quinto puesto en carrera.

Carlos Sainz, lastrado por un toque con su compañero y una estrategia desfavorable, acabó noveno, pero volvió a mostrar una gran adaptación al coche. Todo en un domingo que confirmó que Williams ya no está para sobrevivir, sino para competir.

“Es absolutamente fantástico”, reconocía James Vowles tras la carrera. “El coche fue rápido desde el viernes y ambos pilotos estuvieron muy fuertes durante el fin de semana. Esto es una recompensa justa para todo el trabajo que está haciendo el equipo”. El jefe de Williams, que ha liderado una transformación silenciosa desde que llegó a Grove en 2023, se mostró especialmente orgulloso del rendimiento del equipo tras un sábado difícil. “Tuvimos un coche hecho pedazos por la mañana, un toque en el de Carlos, la pérdida de puntos con Alex… y aún así el equipo se recompuso y salió a demostrar que somos rápidos. Quiero que eso se vea”.

La carrera fue la confirmación de una tendencia que ya se intuía. Williams no es solo el equipo que mejor ha aprovechado la estabilidad reglamentaria de 2025, sino que ha pasado a ser una amenaza real para históricos como Ferrari. En Miami, los de Maranello fueron el quinto coche en ritmo puro, mientras Albon peleaba –por momentos– con Mercedes, quedando por delante de Antonelli. Incluso Sainz, que tuvo que lidiar con un incidente con su compañero y una orden de equipo ignorada por el tailandés, fue competitivo.

No cambian su estrategia: no llegarán mejoras

“Debemos ser realistas: es solo una carrera”, matizó Vowles. “Ferrari traerá grandes mejoras en Imola y nosotros no tanto. Pero esto demuestra que vamos en la dirección correcta. Lo importante es seguir afinando el coche paso a paso durante el año”.

El mensaje es claro: Williams no va a lanzar las campanas al vuelo. De hecho, su desarrollo se verá limitado. El propio Vowles admitió que no tienen tantas novedades planeadas como sus rivales, lo que podría condicionar su capacidad de mantenerse en la pelea. Aun así, el jefe de equipo no oculta su ambición, ni siquiera cuando recuerda los cinco puntos perdidos en el sprint por una penalización polémica: “Esos cinco puntos se me van a quedar clavados todo el año”.

Y es que los británicos, que siendo un año de transición no esperaban grandes resultados, son quintos en el mundial de constructores con 37 puntos, seguidos por Haas, con 20 y en la F1 y para un equipo más pequeño como los de Grove, mantener esta quinta plaza podría ser vital, pues hay muchos millones en juego.

El buen momento llega en un contexto especial. Carlos Sainz aterrizó en Williams tras su salida de Ferrari, con 2025 marcado como una campaña de transición, a la espera del gran cambio reglamentario de 2026. Pero lo que parecía una apuesta de riesgo, hoy luce como un movimiento acertado. El coche es competitivo, el ambiente interno parece sólido, y el potencial de crecimiento está ahí. Todo, con el horizonte puesto en ese nuevo ciclo técnico y el esperado motor Mercedes que, según se rumorea en el paddock, podría ser el gran dominador del futuro.

De momento, el presente ya invita a soñar. Porque Williams ha dejado de ser una sorpresa. Y eso, en la Fórmula 1, es lo más difícil de conseguir.