#Salud: Evita estos alimentos si quieres tener un vuelo placentero

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Más de uno ya sabe que la comida de avión tiene mala fama, pero
lo que eliges antes y durante el vuelo puede marcar la diferencia
entre viajar cómodo o pasar horas lamentándolo. Aquí te cuento cómo
pequeños cambios en tu menú antes de despegar ayudan a que el viaje
sea mucho más llevadero.

El alcohol, un
enemigo oculto en las alturas

No hay nada más tentador que pedir una copa para relajarse
mientras el avión despega. Pero en realidad, esa copa no es la
mejor idea, debido a que el alcohol actúa distinto
en el aire: te deshidrata rápidamente y el efecto se multiplica
porque la cabina tiene menos oxígeno. Esto causa molestias como
dolor de cabeza y sequedad, que terminan afectando el ánimo.
Además, ciertas bebidas como el Bloody Mary están cargadas de
sal y azúcares, lo que empeora la
deshidratación. Mejor mantente hidratado con agua,
que siempre será tu mejor aliada a 10.000 metros de altura.

Comidas que inflan el
estómago

Los alimentos ricos en fibra como lentejas,
habas, coles y brócoli tienden a provocar gases, y
como el aire en la cabina no se renueva, ese malestar se multiplica
y a veces se vuelve incómodo también para los demás. Agrega
productos lácteos a la lista, ya que pueden causar
hinchazón y molestias digestivas, sobre todo en quienes tienen
cierta intolerancia. Incluso los alimentos fritos
o muy grasosos ralentizan la digestión, haciendo que el cuerpo
trabaje más de la cuenta en pleno vuelo.

Alimentos con olores
intensos

Los snacks con ajo, cebolla, o especias fuertes
no solo te afectan a ti; el olor se expande y es casi imposible de
ignorar en una cabina cerrada. Lo mismo pasa con algunos quesos o
encurtidos. Si quieres evitar miradas incómodas o convertirte en la
comidilla del vuelo, elige snacks neutros y sin

olores
intensos.

Freepik

Café y té: mejor
pensarlo dos veces

A mucha gente le gusta empezar el día con una taza de café o té,
pero en los
aviones
puede ser una mala idea. El agua de los depósitos rara
vez se limpia a fondo y muchas aerolíneas simplemente la
recalientan para bebidas calientes, lo que levanta ciertas dudas
sobre la higiene. Por si fuera poco, la
cafeína es diurética, lo que te deshidrata y te
obliga a ir al baño más seguido, algo que suele ser incómodo arriba
del avión. Si buscas mantenerte despierto o relajado, opta por
tomar agua y deja las bebidas calientes para
cuando aterrices.

Carnes en el avión

El menú de a bordo a veces suena tentador, especialmente si
tienes hambre, pero la carne puede no ser la mejor
opción, porque no siempre es posible garantizar el almacenamiento
correcto de los productos, en especial durante retrasos o problemas
técnicos, lo que abre la puerta a riesgos de intoxicación
alimentaria
. Las carnes rojas, en especial, requieren más
tiempo para digerirse y pueden causarte molestias en pleno vuelo.
Si necesitas proteína, dale preferencia a opciones como el
pollo cocido, pescados ligeros o incluso huevos
duros, que son más fáciles de digerir y se conservan mejor.

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Dulces, azúcares y
bebidas carbonatadas

Las bebidas azucaradas y los refrescos gaseosos tienden a causar
acidez estomacal y aumentan la sensación de sed,
justo lo que hay que evitar en la cabina seca de un avión. Los
caramelos, galletas y snacks con mucho azúcar
pueden provocar un subidón rápido de energía, seguido de cansancio
o incomodidad, algo poco ideal para un trayecto largo. Los
alimentos y bebidas carbonatados, como refrescos y agua con gas,
aportan gases al sistema digestivo,
generando hinchazón y malestar durante el vuelo.

¿Y qué sí
comer antes y durante el vuelo?

No todo son prohibiciones, ya que existen elecciones
inteligentes que ayudan a sentirse mejor mientras vuelas. Frutas
ricas en agua como fresas, uvas o arándanos ayudan
a mantener la hidratación y aportan antioxidantes
que refuerzan el sistema inmune. Las proteínas
magras
como pollo, pescados suaves o huevos duros son
fáciles de digerir y dejan una sensación de saciedad sin pesadez.
Verduras suaves y cocidas, algo de
arroz
blanco o una barra energética baja en azúcar suelen ser
buenas opciones para no sentir el estómago pesado.

Mantener un equilibrio entre lo que comes y
bebes durante el viaje es clave para evitar molestias. Si tienes el
estómago sensible, prueba tomar té verde, que tiene propiedades
antioxidantes y puede ayudar a combatir el jet lag sin generar
deshidratación.

Dale preferencia a comidas ligeras, mucha agua y snacks sin
olores intensos. Así, tu experiencia será mucho más cómoda, tu
cuerpo lo agradecerá y llegarás con energía a tu destino. ¡Buen
viaje!



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