Santo Domingo. — “Fue como una escena de película, del cielo al infierno en segundos”, así describe Carwin Mojjela, músico venezolano, los momentos de terror que vivió durante el trágico derrumbe ocurrido en la discoteca Jet Set, donde se encontraba acompañado de su madre disfrutando de un concierto del merenguero Rubby Pérez.
Carwin asistió al evento gracias a una invitación del propio artista a su madre, fanática del intérprete. Con conocimiento del entorno por su trayectoria musical, logró ingresar al local junto al equipo técnico.

“Me vestí de negro para parecer parte del staff y me colé con el atrilero”, contó entre emociones encontradas. Una vez dentro, se ubicó junto a su madre al lado izquierdo del escenario, en una zona que minutos más tarde sería clave para su supervivencia.
Según relata, todo marchaba con normalidad hasta que percibió una confusión entre los asistentes.
“Pensé que se iban a pelear, pero vi que algo se estaba cayendo… y en segundos se vino todo abajo”. Mojjela grababa el concierto y su video se hizo viral, captando justo el momento previo al colapso del techo.
El músico afirma que no sabe cómo logró salir con vida. “Me lancé sobre mi madre para protegerla, tengo golpes en la espalda y la cabeza… salimos por una puerta que ni sabía que existía”.
Sin embargo, no todos tuvieron la misma suerte. Una amiga cercana que se encontraba a pocos metros, junto a su hermana, perdió la vida bajo los escombros.
Aún en estado de shock, Carwin confiesa que el sonido del derrumbe y los gritos lo persiguen. “No he podido dormir, cada vez que cierro los ojos, escucho todo otra vez”.
Sobre el estado del local, Mojjela recuerda que el Jet Set había sufrido un incendio años atrás y que se hablaba de una recomendación para demolerlo.
“Esa estructura ya estaba debilitada. La vibración de la música, el peso de las plantas eléctricas… todo eso pudo haber influido”.
Finalmente, reflexiona sobre el valor de la vida y la fragilidad del momento: “Mi mamá tiene una semana en el país. Tenía tres años que no la veía. Hoy le dije: volvimos a nacer”.


