¿Sabías que no todas las frutas y verduras deben almacenarse en
el refrigerador? Muchas de estas, aunque parece lógico mantenerlas
frescas en frío, en realidad pierden calidad o incluso se dañan más
rápido. Conocer bien cómo almacenar cada uno de estos alimentos
puede ayudarte a prolongar su vida útil y conservar su sabor y
nutrientes.
Tomates
Guardar los tomates en el frigorífico es uno de
los errores más habituales, porque pierden su sabor característico
y su textura se vuelve harinosa debido a las bajas temperaturas.
Además, el proceso de maduración se detiene, afectando su
desarrollo natural. En lugar de refrigerarlos, déjalos a
temperatura ambiente y aléjalos de la luz solar directa.
Patatas
Las patatas son otro alimento que no se
beneficia del frío, debido a que este ambiente altera sus azúcares
naturales, dando como resultado un sabor dulce y una textura
granulosa. Además, si después las cocinas, pueden adquirir una
apariencia poco agradable. Lo ideal es almacenarlas en un lugar
oscuro, seco y fresco, como un armario o despensa.
Cebollas y su
relación con las patatas
Las cebollas, al igual que las patatas, deben
mantenerse fuera del frigorífico, porque la humedad puede producir
moho y acelerar su descomposición. También es importante no
almacenarlas junto a las patatas, ya que estas suelen absorber la
humedad de las cebollas, acelerando el proceso de deterioro de
ambos alimentos.

Plátanos
Los plátanos, sobre todo los que aún están
verdes, no deben guardarse en el frigorífico, dado que las bajas
temperaturas detienen su maduración y pueden hacer que su piel
desarrolle manchas oscuras rápidamente. Es mejor mantenerlos en un
frutero a temperatura ambiente hasta que alcanzan el punto ideal de
maduración.
Ajo
Al conservar el ajo en el frigorífico, corres
el riesgo de que se desarrolle moho debido al ambiente húmedo. Si
quieres que dure más tiempo, guárdalo en un lugar seco, ventilado y
alejado de la luz directa.
Frutas tropicales
Frutas como el mango, la
papaya y el aguacate pierden su
sabor y antioxidantes
cuando se refrigeran antes de madurar. Estas frutas deben guardarse
en un lugar cálido hasta que estén listas para comer. Solo si están
completamente maduras y no vas a consumirlas de inmediato, puedes
colocarlas en el frigorífico para retrasar su deterioro.
Melones enteros
Los melones completos también deben mantenerse
fuera del frigorífico. Cuando están enteros, conservarlos a
temperatura ambiente les permite preservar sus antioxidantes. Sin
embargo, una vez cortados, es necesario guardarlos en el
frigorífico para evitar que se estropeen.
Ricardo Nieves informa que se retira temporalmente #FVDigital
“Para la extorsión, el caos y la manipulación mediática… no cuenten conmigo. ¡Rueden!”
Un muerto y un herido en accidente de tránsito en Nagua
Designan nuevo director ejecutivo en la Dirección Nacional Antiterrorista
La novia por la que Rubby Pérez

Cómo almacenar hierbas
frescas
Las hierbas frescas como el perejil, el
cilantro y la menta pueden durar más tiempo si las tratas
adecuadamente. Coloca sus tallos en un vaso con agua, similar a un
ramo de flores, y cúbrelos ligeramente con una bolsa plástica. Este
truco simple ayuda a mantenerlas frescas durante varios días.
Si bien algunos vegetales como las zanahorias o
los pimientos se benefician del frío, es
importante envolverlos en papel de cocina antes de guardarlos en el
cajón de verduras. Este método ayuda a absorber el exceso de
humedad, reduciendo las posibilidades de que se dañen
rápidamente.
Además, los frutos rojos como las fresas o los
arándanos pueden mantenerse frescos por más tiempo si los enjuagas
con una solución de vinagre y agua antes de almacenarlos en el
frigorífico. Este paso reduce el crecimiento de moho.
Alimentos que no
requieren refrigeración
Hay alimentos que solemos guardar en el frigorífico, pero que
realmente no lo necesitan. Por ejemplo, los condimentos como el
kétchup, la mostaza o las salsas
de soja pueden permanecer en un gabinete de cocina sin problema. Lo
mismo ocurre con la
miel, que se cristaliza al enfriarse.
Ciertos productos enlatados, mientras estén sin abrir, también
pueden almacenarse a temperatura ambiente. La clave está en leer
siempre las recomendaciones del fabricante.
¿Ya estás listo para reorganizar tu nevera y sacarle el máximo
provecho a tus alimentos?