Pone a Putin a pensar sobre sus objetivos en Ucrania, la geopolítica y su estrategia militar. Con Suecia, la OTAN cambia el equilibrio militar del mar Báltico, que en la Guerra Fría fue compartido entre la Unión Soviética, la OTAN y países neutrales con la firma del pacto de Varsovia. Ahora todos los países ribereños son miembros OTAN excepto Rusia que tiene una pequeña ventana de salida por San Pertersburgo y otra por Kaliningrado. En una eventual guerra Rusia necesita el báltico para salir hacia el occidente porque los puertos del Ártico pueden helarse por mucho tiempo y el mar negro está controlado por Turquía. Así que la OTAN ha logrado el control del Báltico.
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