#Salud: conceptos, riesgos y cómo abordarlos en 2025

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Determinar si una persona tiene sobrepeso u obesidad no es
simplemente una cuestión de estética, sino un tema de salud de suma
importancia. Ambas condiciones están relacionadas con una
acumulación de grasa que puede afectar el bienestar físico
y mental
. Sin embargo, los riesgos y la gravedad varían.
Aquí te explicamos la diferencia entre estas dos condiciones, las
herramientas para evaluarlas y cómo prevenirlas.

¿Qué son el
sobrepeso y la obesidad?

El sobrepeso hace referencia a un exceso de
peso corporal en relación con la altura de una persona, mientras
que la obesidad implica un nivel de acumulación de
grasa corporal mayor y más peligroso para la salud. Aunque ambas
condiciones comparten características, difieren en magnitud y en el
impacto sobre el organismo.

Índice de Masa Corporal como herramienta principal

Para identificar y diferenciar entre
sobrepeso y obesidad,
se utiliza el Índice de Masa
Corporal (IMC)
. Este se calcula dividiendo el peso de una
persona (en kilogramos) entre su altura (en metros) al cuadrado.
Según este indicador:

  • Un IMC entre 25.0 y 29.9 clasifica a una
    persona como con sobrepeso.
  • Un IMC de 30.0 o superior indica
    obesidad.

Aunque el IMC es práctico y ampliamente aceptado, tiene
limitaciones. Por ejemplo, no distingue entre grasa y masa
muscular, por lo que puede no ser completamente preciso en personas
muy musculosas o en adultos mayores con baja densidad muscular.

Diferencias clave

Más allá de los números, existen diferencias tangibles entre el
sobrepeso y la obesidad:

Grado de riesgo para la salud: el sobrepeso
puede incrementar el riesgo de algunas enfermedades crónicas, como
hipertensión arterial o colesterol elevado. No obstante, la
obesidad se asocia con riesgos más serios, como diabetes
tipo 2
,
enfermedades cardiovasculares
y ciertos tipos de cáncer.

Distribución de grasa y su impacto: la obesidad
también se evalúa analizando el perímetro de la cintura, ya que una
cintura mayor a 88 cm en mujeres o 102 cm en
hombres
incrementa significativamente los riesgos
cardiovasculares.

Enfoque terapéutico: las intervenciones para el
sobrepeso suelen centrarse en mejoras en el estilo de vida:
dieta equilibrada y mayor actividad física. La
obesidad, al ser considerada una enfermedad crónica, puede requerir
tratamientos adicionales, como terapia farmacológica o cirugía
bariátrica en casos extremos.

Foto Freepik

Causas detrás
del sobrepeso y la obesidad

Ambas condiciones están influenciadas por una combinación de
factores genéticos, medioambientales y comportamentales. Algunas
causas comunes incluyen:

Dieta desequilibrada: consumo excesivo de
alimentos ricos en calorías, azúcares y grasas.

Falta de actividad física: estilos de vida
sedentarios promovidos por largas horas frente a pantallas o
trabajos poco activos.

Factores genéticos: algunas personas pueden
tener una predisposición hereditaria a acumular grasa con mayor
facilidad.

Factores culturales y económicos: el acceso
limitado a alimentos saludables y recursos para la actividad física
afecta especialmente a comunidades más vulnerables.

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Consecuencias para la
salud

El sobrepeso y la obesidad no solo afectan la apariencia física;
también tienen implicaciones profundas en la salud:

Sobrepeso: puede llevar a problemas como

presión arterial
alta, apnea del sueño y cálculos biliares.

Obesidad: sus consecuencias son más alarmantes.
Se asocia con diabetes tipo 2, enfermedades
coronarias, problemas articulares, infertilidad y ciertos cánceres,
como el de mama y colon.

Además, afecta
la salud mental
, al aumentar el riesgo de ansiedad,
depresión
y reducción de la
autoestima
.

Prevención y
tratamiento

La buena noticia es que tanto el
sobrepeso
como la obesidad son prevenibles y, en muchos casos,
tratables. Las estrategias más efectivas incluyen:

Alimentación balanceada: incorporar frutas,
verduras, granos integrales y proteínas magras en la dieta diaria.
Evitar los alimentos procesados y las bebidas azucaradas es
fundamental.

Actividad física regular: al menos 150 minutos
de actividad moderada o 75 minutos de ejercicio intenso por semana
son recomendados.

Educación y apoyo emocional: crear conciencia
sobre la importancia de la salud y adoptar un enfoque compasivo
para motivar cambios en los hábitos.

Intervenciones médicas: para la obesidad, los
profesionales de salud pueden recomendar medicamentos o, en casos
severos, cirugía.

Distinguir entre sobrepeso y obesidad es esencial para
comprender los riesgos implicados y adoptar medidas adecuadas.
Mientras que el sobrepeso es un signo de alerta, la obesidad es una
condición que exige acciones más drásticas y un enfoque
integral
. Combatir estas condiciones es clave para mejorar
tanto la calidad como la
esperanza de vida
.

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