#Salud: Este es el cáncer que causa más muertes entre las personas de 30 a 49 años de edad

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El cáncer es una enfermedad que ha impactado profundamente a la
población mundial. Y aunque se han logrado avances significativos
en diagnóstico y tratamiento que han reducido las tasas de
mortalidad, sigue siendo la principal causa de muerte por cáncer en
mujeres de entre 30 y 49 años. Este dato, más allá de las cifras,
pone de manifiesto una realidad inquietante sobre la salud de las
mujeres jóvenes, dejando una incógnita sobre qué más se puede hacer
para prevenir y comprender mejor esta enfermedad.

¿Por qué nos afecta tanto a esta edad?

Aunque la mayoría de los diagnósticos de cáncer de mama ocurren
en mujeres mayores, el grupo de 30 a 49 años ha mostrado un
incremento en los casos durante las últimas décadas. Factores como
cambios en los estilos de vida, la
nuliparidad (no tener hijos) o el primer embarazo
después de los 30 años contribuyen a este aumento. Además, el
sobrepeso y la obesidad son conocidos factores de
riesgo asociados a esta enfermedad.

Es importante destacar que este tipo de cáncer suele
diagnosticarse en etapas más tardías, lo que disminuye las tasas de
supervivencia. Esto se debe, en parte, a una menor frecuencia en el
acceso a herramientas de detección como la
mamografía en este grupo etario.

La importancia de la detección temprana

El diagnóstico precoz es clave para mejorar las probabilidades
de curación. Sin embargo, para muchas mujeres jóvenes, el acceso a
exámenes regulares sigue siendo limitado. En
muchos lugares, las mamografías rutinarias están recomendadas a
partir de los 50 años, lo que deja a estas mujeres fuera del radar
preventivo.

Aquí es crucial el papel del autoexamen mamario
y la observación de señales de alerta como cambios en la forma o
tamaño del pecho, nódulos, secreciones anormales o irregularidades
en la piel de la mama. Aunque esta práctica no sustituye exámenes
médicos, puede ser el primer paso para identificar anomalías.

Foto Freepik

Factores controlables y prevención

Aunque algunos factores de riesgo no se pueden modificar, como
la predisposición genética o los antecedentes
familiares, existen varias medidas preventivas que todas las
mujeres pueden tomar:

  • Mantener un peso saludable.
  • Seguir una dieta rica en frutas, vegetales y baja en
    grasas.
  • Realizar ejercicio con regularidad.
  • Evitar el consumo excesivo de alcohol.
  • Consultar con un médico si se tienen antecedentes familiares de
    esta enfermedad.

Adoptar estas medidas puede disminuir significativamente el
riesgo. Según expertos, llevar un estilo de vida saludable no solo
ayuda a combatir el desarrollo del cáncer sino también a mejorar la
calidad de vida en general.

Las cifras no mienten

En Canadá, por ejemplo, más de 8,045 mujeres son diagnosticadas
con cáncer de mama cada año, y aproximadamente 1,400
pierden la vida
debido a esta enfermedad. A nivel global,
las estadísticas muestran que una de cada ocho mujeres será
diagnosticada con cáncer de mama a lo largo de su vida, y una de
cada 36 fallecerá por esta causa. Estas cifras resaltan la gravedad
de la situación y la necesidad urgente de priorizar la
prevención.

Además, los programas de detección y acceso a terapias avanzadas
han mejorado notablemente las tasas de supervivencia en los últimos
30 años. Hoy en día, las mujeres diagnosticadas tienen un 90% de
probabilidades de supervivencia a los cinco años si el cáncer se
detecta en etapas tempranas.

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Los desafíos para las mujeres jóvenes

Una de las razones por las que el cáncer de mama es tan letal en
mujeres de 30 a 49 años es que este grupo puede enfrentarse a
varios obstáculos. Muchas veces no se consideran de “alto
riesgo”
, por lo que no reciben los mismos niveles de
monitoreo que las mujeres mayores. Además, las jóvenes pueden
priorizar sus carreras, familias o vida personal, dejando a un
segundo plano el cuidado de su salud.

Especialistas recomiendan que, incluso antes de los 50, las
mujeres discutan con su médico la posibilidad de realizar pruebas
de detección si tienen antecedentes familiares,
densidad mamaria elevada u otros factores de riesgo.

Los avances en el tratamiento del cáncer de mama han optimizado
las opciones disponibles, desde terapias
personalizadas
hasta el uso de
inmunoterapia y tratamientos menos
invasivos
. Sin embargo, la clave sigue siendo la educación
y la detección temprana..

El llamado a la acción

El aumento de diagnósticos y muertes por cáncer de mama en
mujeres jóvenes nos alerta sobre la importancia de llevar un
mensaje claro: la prevención salva vidas. Es
necesario seguir educando a la población, promover chequeos
regulares y garantizar que más mujeres tengan acceso a herramientas
de detección y tratamientos innovadores, sin importar su edad.

Cada mujer debe sentirse empoderada para tomar el control de su
salud y buscar apoyo médico cuando sea necesario. Porque al final
del día, todas tenemos el derecho de llevar vidas más largas,
saludables y llenas de esperanza.

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