¿Por qué, a veces, ciertos alimentos parecen quedarse atascados
en nuestro
sistema digestivo? La digestión es una parte fundamental de
nuestra salud, transformando lo que comemos en nutrientes
esenciales. Sin embargo, no siempre es un proceso perfecto. Algunos
alimentos pueden ser difíciles de digerir debido a su composición,
nuestra salud digestiva o hábitos alimenticios rápidos. Este
fenómeno no solo puede causar malestar, sino también afectar
la absorción de nutrientes vitales. Entender estos
factores nos permite tomar decisiones más informadas y mejorar
nuestro bienestar digestivo.
Factores que
influyen en la digestión
La digestión es un proceso vital que permite a nuestro cuerpo
obtener los nutrientes necesarios de los alimentos que consumimos.
Sin embargo, diversos factores pueden influir en cómo
procesamos y absorbemos estos nutrientes, causando que
algunos alimentos sean más difíciles de digerir.
Función del sistema digestivo
El sistema digestivo es una cadena compleja de órganos que
trabajan juntos para descomponer los alimentos y absorber los
nutrientes. Este proceso comienza en la boca, donde la comida se
mastica y se mezcla con la saliva, que contiene enzimas
digestivas.
Boca y esófago: la digestión empieza con la
masticación. Los alimentos se trituran y se mezclan con la saliva,
que contiene enzimas como la amilasa que empieza a descomponer los
carbohidratos.
Estómago: aquí los alimentos se mezclan con los
jugos gástricos, que son muy ácidos y contienen enzimas como la
pepsina, que descompone las proteínas.

Intestino delgado: la mayor parte de la
digestión y absorción de nutrientes se realiza en esta parte. Las
enzimas del páncreas y la bilis del
hígado ayudan en la descomposición de grasas, proteínas y
carbohidratos. Aquí es donde los nutrientes pasan al torrente
sanguíneo.
Intestino grueso: lo que queda de los alimentos
se convierte en desechos. El intestino grueso absorbe el agua y las
sales, formando las heces que serán expulsadas.
Rol de las enzimas digestivas
Las enzimas digestivas son proteínas especiales que
aceleran las reacciones químicas necesarias para
descomponer los alimentos en moléculas más pequeñas que el cuerpo
puede absorber. Cada tipo de enzima tiene una función
específica en este proceso.
Amilasa: se encuentra en la saliva y el
páncreas. Descompone los carbohidratos en azúcares simples.
Pepsina: producida en el estómago, descompone
las proteínas en péptidos más pequeños.
Lipasa: liberada por el páncreas, descompone
las grasas en
ácidos grasos y glicerol.
Lactasa: descompone la lactosa, el azúcar en la
leche, en glucosa y galactosa.
¿Qué pasa cuando hay una deficiencia de
enzimas?
La falta de enzimas puede causar molestias digestivas y mala
absorción de nutrientes. Aquí algunos problemas comunes:
Intolerancia a la lactosa: ocurre cuando el
cuerpo no produce suficiente lactasa, causando gases, hinchazón y
diarrea después de consumir productos lácteos.
Deficiencia de amilasa: puede llevar a
problemas en la digestión de carbohidratos, causando hinchazón y
malabsorción.
Deficiencia de lipasa: puede causar problemas
digestivos relacionados con las grasas, como la esteatorrea, que es
una condición donde las heces contienen excesiva cantidad de
grasa.
Enfermedades
y condiciones que afectan la digestión
Nuestro sistema digestivo puede verse afectado por diversas
enfermedades y condiciones que impiden la correcta digestión y
absorción de nutrientes. Conocer estas afecciones nos ayuda a
entender por qué algunos alimentos resultan difíciles de digerir. A
continuación, se describen algunas de las más
comunes.
Gastroparesia
La gastroparesia es una condición en la que el estómago se vacía
demasiado lento. Esto ocurre porque los músculos del estómago
no funcionan correctamente. Como resultado, la
comida se queda en el estómago más tiempo del debido.
Síntomas comunes de la gastroparesia:
- Náuseas
- Vómitos
- Sensación de llenura rápida al comer
- Pérdida de peso involuntaria
Síndrome de malabsorción
El síndrome de malabsorción ocurre cuando el intestino delgado
no puede absorber adecuadamente los nutrientes y líquidos
de los alimentos. Esto puede deberse a varias razones,
como enfermedades, infecciones o trastornos genéticos.
Síntomas del síndrome de malabsorción:
- Diarrea crónica
- Heces grasientas (esteatorrea)
- Pérdida de peso
- Deficiencia de vitaminas y minerales
Sobrecrecimiento bacteriano
El sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) es
otra afección que afecta la digestión. En esta condición, hay
demasiadas bacterias en el intestino delgado, lo que puede
interferir con la digestión normal y la absorción de
nutrientes.
Síntomas del sobrecrecimiento bacteriano:
- Hinchazón y gases
- Dolor abdominal
- Diarrea
- Malestar general
El SIBO puede causar una mala absorción de nutrientes, llevando
a problemas de salud a largo plazo si no se trata
adecuadamente.
Estas enfermedades y condiciones pueden complicar la digestión y
absorber los nutrientes necesarios para mantener una buena salud.
Conocer los síntomas y causas ayuda a tomar las
medidas necesarias para manejarlas y mejorar la calidad de
vida.

Alimentos de difícil
digestión
La digestión puede ser un proceso complicado, especialmente con
ciertos alimentos que desafían nuestro sistema digestivo. Estos
alimentos pueden causar malestar y son conocidos por ser
más difíciles de procesar.
Alimentos ricos en fibra
Los alimentos altos en fibra son esenciales para una dieta
saludable, pero también pueden ser una razón de digestión
lenta y complicada. La fibra no se digiere de la
misma manera que otros nutrientes. En vez de eso, pasa a través del
sistema digestivo, ayudando a regular el tránsito
intestinal.
Verduras: aunque son saludables, ciertas
verduras como el brócoli, la coliflor y las coles de bruselas
pueden causar gases y malestar debido a su alto contenido de fibra
insoluble.
Legumbres: los frijoles, las lentejas y los
garbanzos son conocidos por causar hinchazón y gases. Su
fibra soluble puede fermentar en el intestino, produciendo
gases.
Granos integrales: el arroz integral, la avena
y otros granos enteros son ricos en fibra, lo que puede ser difícil
de descomponer para algunos.
¿Por qué es difícil digerir estos alimentos? La fibra no se
descompone por completo en el intestino delgado y llega intacta al
intestino grueso, donde las bacterias la fermentan. Esto puede
provocar gases, hinchazón y molestias. Si bien la
fibra es crucial para la salud digestiva a largo plazo, consumirla
en exceso o de manera repentina puede ser un desafío.
Alimentos grasos
Los alimentos ricos en grasa también son conocidos por ser
difíciles de digerir. Las grasas tardan más en descomponerse y
requieren más esfuerzo del sistema digestivo.
Frituras: los alimentos fritos, cargados de
aceites y grasas saturadas, son un desafío para el estómago. Estos
alimentos pueden ralentizar el vaciado gástrico, aumentando el
riesgo de acidez y malestar.
Productos lácteos enteros: la leche entera, el
queso y la mantequilla contienen grasas que pueden ser difíciles de
procesar, especialmente para aquellos con intolerancia a la
lactosa.
Carnes rojas: las carnes con alto contenido
graso, como el cordero y ciertos cortes de cerdo, son más difíciles
de digerir en comparación con carnes magras. Pueden permanecer más
tiempo en el estómago, causando una sensación de pesadez.
Consejos para mejorar
la digestión
Mejorar la digestión es esencial para sentirse bien y aprovechar
al máximo los nutrientes de los alimentos. Aquí se presentan
algunos consejos prácticos que pueden ayudar a
optimizar el proceso digestivo.
Masticar bien los alimentos
La digestión comienza en la boca, y masticar correctamente los
alimentos es fundamental. La saliva contiene
enzimas digestivas que comienzan a descomponer los
alimentos incluso antes de que lleguen al estómago. Además,
masticar bien:
- Facilita la descomposición de los alimentos en partículas más
pequeñas, lo que facilita el trabajo del estómago. - Reduce el riesgo de indigestión y acidez, ya que los alimentos
bien masticados son más fáciles de digerir. - Ayuda a comer más despacio, lo que puede evitar comer en
exceso.
Evitar comidas pesadas
Las comidas pesadas pueden sobrecargar el sistema digestivo,
provocando malestar y problemas estomacales. En
cambio, es recomendable:
- Dividir las comidas en porciones más pequeñas
y distribuirlas a lo largo del día. - Optar por cinco comidas ligeras en lugar de tres comidas
copiosas. Esto permite al sistema digestivo trabajar de manera más
eficiente y evitar sentirse demasiado lleno. - Incluir alimentos fáciles de digerir, como frutas, verduras
cocidas y proteínas magras.
Uso de suplementos digestivos
A veces, incluso con una dieta balanceada, nuestro cuerpo puede
necesitar un poco de ayuda extra. Los suplementos digestivos, como
las enzimas y los probióticos, pueden ser muy
útiles:
Enzimas digestivas: ayudan a descomponer los
nutrientes. Por ejemplo, la lactasa descompone la lactosa, y la
lipasa ayuda con las grasas.
Probióticos: contienen bacterias beneficiosas
que mejoran la salud del intestino. Ayudan a mantener el equilibrio
de la flora intestinal, mejorando la absorción de nutrientes y
reduciendo los problemas digestivos.
Los prebióticos también son importantes, ya que
alimentan a las bacterias buenas en el intestino, optimizando su
funcionamiento.


