#Salud: un nueva esperanza en el tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2

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‍La obesidad y
la diabetes tipo 2
son enfermedades metabólicas e inflamatorias
que representan un desafío global para la salud pública. Según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), la incidencia de la
obesidad se ha triplicado en los últimos 50 años,
convirtiéndose en el factor de riesgo más importante para el
desarrollo de la
diabetes tipo 2
. Esta última es considerada la novena causa más
importante de muerte en el mundo. Ante este panorama, los
científicos han estado buscando soluciones
innovadoras para el tratamiento de estas
enfermedades.

Un estudio publicado en la revista “Microbiome” ha revelado una
nueva vía terapéutica prometedora para el tratamiento de
enfermedades metabólicas y inflamatorias como la obesidad y la

diabetes
tipo 2. El estudio, liderado por el grupo
DIAMET del Institut d’Investigació Sanitària Pere
Virgi (IISPV)-CERCA, la Universitat Rovira i Virgili (URV) y el
Centro de Investigación Biomédica en Red de Diabetes y Enfermedades
Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), ha demostrado
que la administración de bacterias específicas como
probióticos
puede disminuir los niveles de succinato en la
sangre, lo que podría mejorar la salud metabólica de las
personas afectadas por estas enfermedades
.

Descubriendo la relación entre la microbiota intestinal y las
enfermedades metabólicas

La investigación se ha centrado en el succinato, un metabolito
producido de forma natural por las células del organismo y las
bacterias intestinales o microbiota. En enfermedades metabólicas e
inflamatorias como la obesidad y la diabetes tipo 2, los niveles de
succinato se encuentran elevados debido a la alteración de
la microbiota intestinal
. Esta alteración está
directamente relacionada con la inflamación característica en este
tipo de pacientes.

Estudios previos del grupo DIAMET ya habían demostrado que los
niveles elevados de succinato en sangre indican una mala salud
metabólica y aumentan el riesgo de desarrollar otras
patologías en el futuro
. Sin embargo, no se había logrado
establecer una relación causal directa entre la microbiota
intestinal y los niveles aumentados de succinato en la obesidad y
la diabetes tipo 2. Este estudio ha sido pionero en demostrar esta
relación utilizando modelos animales obesos libres de
microbiota.

El papel de los probióticos en la mejora de la salud
metabólica

El estudio ha revelado que la microbiota intestinal es el origen
de los niveles aumentados de succinato en la obesidad y la diabetes
tipo 2. Como respuesta a este hallazgo, los investigadores han
desarrollado una nueva línea de probióticos basada en
bacterias que consumen succinato
. Estos probióticos
podrían disminuir la inflamación y, en consecuencia, mejorar los
niveles glucémicos y la sensibilidad a la insulina, dos aspectos
fundamentales que están alterados en las personas con diabetes tipo
2.

Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se
administran en cantidades adecuadas, confieren beneficios para la
salud del huésped. En este caso, los probióticos consumidores de
succinato podrían ser una nueva opción terapéutica para el
tratamiento de la obesidad y la diabetes tipo 2. La administración
de estas bacterias específicas podría llevar a una disminución de
los niveles circulantes de succinato, lo que a su vez
mejoraría el perfil metabólico de los
pacientes
.

Un futuro prometedor para los probióticos y la salud
metabólica

La efectividad de esta nueva línea de probióticos puede ser
monitorizada en tiempo real gracias al conocimiento del mecanismo
de acción y a la posibilidad de medir en sangre el resultado de la
actividad de estas bacterias. Esto supone una ventaja
significativa
en comparación con los probióticos
actualmente disponibles en el mercado, cuyos efectos muchas veces
no se comprenden completamente.

El objetivo final de este equipo de investigación es que estos
probióticos puedan comercializarse en un futuro y contribuir así a
que las personas con trastornos
metabólicos e inflamatorios
, como la obesidad y la
diabetes tipo 2, encuentren una nueva vía de tratamiento más
efectiva. Además de estos trastornos, también se está investigando
el uso de estos probióticos en otras enfermedades como el
Crohn y la enfermedad del
hígado
graso no alcohólico
.

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El estudio ha sido posible gracias a la colaboración de varios
institutos y empresas, incluyendo el Institut d’Investigació
Biomèdica de Girona (IDIBGI), el Instituto Nacional de
Investigación en Salud y Medicina de Francia (INSERM),
Biomathematica y Probiotical (Italia). Además, ha contado con el
apoyo de la Fundación “la Caixa”, el Ministerio de Ciencia e
Innovación, el Instituto de Salud Carlos III, la Agencia de Gestión
de Ayudas Universitarias y de Investigación de la Generalitat de
Catalunya (AGAUR) y la Fundación para la Innovación y la
Prospectiva en España (FIPSE).

 

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Angie Bravo
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