Kany García recuerda aquella famosa conga del cienfueguero Rafael Ortiz: “uno, dos y tres, qué paso más chévere”.
Tres son las noches que se ha adjudicado en el Teatro Nacional, a golpe de boletas.
La primera ha sido apoteósica. No me dejará mentir el colega Fausto Polanco, editor de El Día.
La algarabía presidio la entrada a escena de los músicos, y la apoteosis la de Kany, quien habló sin tapujos de su esposa. También de su naturalidad para ser en República Dominicana, de cuánto se siente querida.
Kany arrancó la noche con Mi plan de vida, una canción con cierta similitud rítmica (aunque un poco ralentizada en el tempo) y algunos pasajes melódicos que recuerdan a Qué bonita es esta vida, de Jorge Celedón.
El tema lo cantaron la mayoría de las personas que ocuparon las butacas del Teatro Nacional. Estupefacta, Kany no podia creer lo que veían sus ojos.
“A todos tengo cansados con el mismo cuento de que volverás…”, cantó enseguida en Soy yo, tema que da nombre a su álbum del 2018. La canción fue nominada como Composición del año en los Grammy Latino, así como la producción.
También lo fue Para siempre, de ese mismo disco, como canción y grabación, uno de sus temazos, que fue interpretado ya en la recta final.
Alguien dijo cerca de nosotros, “Habla más que Sergio Vargas”. Y es verdad.
Kany agradeció una y otra vez a quienes compraron en una hora todas las boletas del viernes. Dijo que gracias a ellos son las tres noches.
Cantó Quédate (hecha a cuatro manos con Tommy Torres), guitarra en mano y banda entregada a ella. Y la rancherita Fuera de servicio lanzada el año pasado para ponerse en onda con la moda de la música regional mexicana.
Bailemos un blues, también del disco Soy yo; Lo que en ti veo (canción a su esposa), escrita a cuatro manos con el argentino no vidente Nahuel Pennisi; y Una vida buena, que da título al álbum del 2023, un tema que habla de la independencia de una mujer, convencida que la vida hay que vivirla al tope.
Es interesante que en las melodías de Kany García, nada es lineal. Sorprende con aires de otras músicas, con fragores de otros ritmos de los cuales se adueña, con letras ya rotundamente románticas donde uno siente confesiones a veces poco acostumbrados a las inconfesables. Pero también su inquietud investigativa, desde el punto de vista musical.
Se mueve en el escenario, ataviada con tela de brillos morados, y un conjunto del cual en algún momento se dejará de la chaqueta. Mostrará las pasiones y huellas en sus brazos tatuados. Pantalla a tres trozos, tres cámaras que la tienen en primeros planos casi todo el tiempo.
Deja el paseo y la brincada por el escenario de la Carlos Piantini, y opta por un momento más íntimo suyo con la guitarra y el público. Alguien le gritó “¡Kany te amo!” Y ella respondió “Yo te amo más”. Y a solas con el corísimo interpretó Hoy ya me voy. Algarabía todo el tiempo. Muero (que entregara a duo con Alejandro Sanz en el 2022) y Confieso (también de Soy yo). Pero esta no la cantó casi ella, sino el público a Capella.
Probablemente Confieso sea una de las canciones vigas del repertorio de Kany García. Está escrita en 2017, tras la muerte de su padre, quien fuese un sacerdote español que se casara con una puertorriqueña. La presencia de la persona más importante de su vida, está en escena no solo con su canción. Dicen que cada vez que sale a escena lleva consigo el escapulario de su padre.
Dos de sus guitarristas la acompañan en Titanic, escrita con Camilo y perteneciente al disco Mesa para dos (2020).
Regresó la banda. Kany canta Que te vaya mal del disco del 2012.
La parte final comenzó con un midley donde metió en un disco saco Para volver a amar del 2009; Mi amigo en el baño (del álbum Cualquier día); Demasiado bueno (2012) y Duele menos, de su disco grabado en vivo Kany García en vivo, una canción que toca las fibras femeninas con especial lija. Sobre todo después de una cura de caballo.
Me quedo sola (que lanzara en el 2022); la más reciente de todas las canciones de Kany, del 15 de diciembre del 2023. Luego ocurrió un deja vu. Algo que le había pasado hace 8 años con el piano al comenzar la canción Alguien, le ocurrió de nuevo. Se apagó el instrumento, como negado. Pero poco después regresó de esa nada a la que se fue.
Luego guitarra en manos cantó Remamos del 2019, grabada a dos voces con Natalia Lafourcade.
Te lo agradezco, el tema que popularizara Kany hace medio año con Carín León, fue también de los más coreados.
Se comenzó a despedir con Que vuelva el tema grabado a dos voces con Carla Morrison liberada el pasado 25 de enero. Sirvió luego Para siempre, una canción a la que le hallo ciertos aires de Pablo Milanés. Y se despidió en falso final con la muy pegada y rítmica Agüita de coco, del disco El amor que merecemos (2022).
Así que la fiesta siguió con La siguiente, que Kany popularizara en el último trimestre del 2022 con Christian Nodal. Luego una niña de 12 años que estaba emocionada llorando, llamó la atención de ella y la subió al escenario, se hizo selfie con ella, le tiró fotos con dos de los integrantes de la banda, le dio confianza, le dio participación, juntas abrieron la bandera dominicana, y la soltó convencida de que esa niña seguirá siendo su fan toda su vida.
El final de finales fue con De puta madre, del 2021. Y el coro encendido. Bandera dominicana a la espalda. Y las muchachas derretidas. Y el público aplaudidor y entregado. Y Kany con la banda haciendo reverencias al público. Convencida de que esta primera noche fue eso… ¡de puta madre!