¿cuáles son los mejores alimentos?

0
17


¿Sabías que la fibra que consumes a diario
podría estar haciendo más que ayudarte con la
digestión?
Estudios recientes han encontrado una conexión
directa entre la ingesta de fibra y la reducción del riesgo de
ciertos tipos de cáncer. Aquí te explicamos cómo y por qué deberías
priorizar este nutriente en tu dieta.

La
magia detrás de los ácidos grasos de cadena corta

Cuando consumes alimentos ricos en fibra, las bacterias
en tu intestino
se encargan de descomponerla en moléculas
más pequeñas conocidas como ácidos grasos de cadena corta (SCFAs,
por sus siglas en inglés). Dos de los principales SCFAs resultantes
de este proceso son el propionato y el butirato,
los cuales desempeñan un papel clave en la regulación de los genes.
Estos ácidos grasos modifican las proteínas (llamadas histonas) que
envuelven el ADN, permitiendo que ciertos genes se activen o
desactiven.

¿Por qué esto importa? Porque estas modificaciones influencian
la expresión de genes relacionados con el cáncer. Según
investigaciones, los SCFAs pueden suprimir genes
que promueven
el cáncer
y activar aquellos que lo combaten, como los genes
supresores de tumores. Esta es una de las razones por las que la
fibra se convierte en un aliado imprescindible para tu salud.

Qué dice la
ciencia sobre el cáncer y la fibra

Estudios recientes, como los dirigidos por científicos
de la Universidad de Stanford,
han arrojado luz sobre cómo
la fibra combate el cáncer a nivel celular. Según el profesor
Michael Snyder, líder de la investigación, los ácidos grasos
producidos a partir de la fibra pueden viajar por todo el cuerpo,
ejerciendo efectos positivos en diversos órganos.

El equipo de Snyder encontró que tanto el butirato como
el propionato
no solo detienen el crecimiento celular
descontrolado, sino que también fomentan la especialización de las
células y desencadenan la muerte programada (apoptosis) en células
cancerosas. Estos tres procesos son cruciales para limitar o
prevenir la formación de tumores. Aunque los resultados son más
evidentes en el cáncer colorrectal, hay indicios de que podrían
aplicarse a otros tipos de cáncer.

Foto Freepik

La
relación entre el consumo de fibra y el cáncer
colorrectal

El cáncer
colorrectal
es uno de los cánceres con mayor incidencia en
personas jóvenes, y se espera que esta tendencia continúe al alza.
Dado que el
sistema digestivo
interactúa directamente con la fibra, no
sorprende que las investigaciones estén enfocadas en cómo este
nutriente afecta específicamente el colon y el recto.

La fibra promueve un ambiente intestinal saludable al alimentar
las bacterias «buenas» del microbioma. A su vez,
estas bacterias producen los SCFAs que pueden reducir la
inflamación y prevenir mutaciones genéticas en las células del
colon. Estos hallazgos subrayan la importancia de consumir más
fibra como medida preventiva contra este tipo de cáncer.

¿Qué
tan lejos está tu dieta de ser rica en fibra?

La Asociación Americana del Corazón sugiere que deberíamos
consumir entre 25 y 30 gramos diarios, sin
embargo, la mayoría solo consume alrededor de 15 gramos. Este
déficit no solo afecta la salud intestinal, sino que también
disminuye la producción de SCFAs, lo que limita sus beneficios
preventivos.

Te podría interesar:

Si la fibra puede ser una herramienta tan poderosa para combatir
el cáncer, ¿por qué no consumir más? La clave está en encontrar
maneras sencillas de integrarla en tus comidas diarias.

Formas
simples de incrementar tu consumo de fibra

Incorporar más fibra en tu dieta no necesita ser complicado.
Aquí hay algunas formas prácticas:

  • Apuesta por los granos enteros: cambia los
    panes y arroces refinados por opciones de grano integral como
    avena, cebada y trigo bulgur.
  • Llena tu plato de vegetales: brócoli,
    espárragos, alcachofas y coles de Bruselas son excelentes
    fuentes.
  • Elige frutas ricas en fibra: Las manzanas,
    peras, frambuesas y aguacates no solo son nutritivas, sino
    deliciosas.
  • Añade frijoles y legumbres: lentejas,
    garbanzos y frijoles negros son ricos en fibra, económicos y
    versátiles para muchas recetas.
  • No subestimes las semillas y frutos secos:
    almendras, chía, linaza y semillas de calabaza son opciones fáciles
    para meriendas o aderezos.

Un pequeño cambio, como agregar una porción de frutas o
vegetales ricos en fibra, puede marcar una gran diferencia en tu

salud a largo plazo
.

¿Y tú? ¿Cuánta fibra consumes cada día? Es hora de dar un paso
hacia adelante y hacer de este nutriente una parte esencial de tus
comidas. Porque, al final del día, un pequeño cambio en lo que
comes puede ser un gran paso para proteger tu salud.

¿Le resultó útil este artículo?

Veronica Pereira
Últimas entradas de Veronica Pereira
(ver todo)



Source link