Las primeras declaraciones de Sergio Pérez desde que abandonó la parrilla de la Fórmula 1 tras perder su asiento en Red Bull dejaban entender que se tomaría un año sabático profesionalmente.
Los problemas del mexicano al volante del RB20 provocaron que Liam Lawson le sustituyera para ser el nuevo compañero de Max Verstappen para la nueva campaña, algo que puso fin a una racha de 14 años de Checo en el Gran Circo.
En un evento realizado en México, dijo que esperaría seis meses antes de tomar una decisión sobre su futuro y aprovechó para decir que estaba disfrutando mucho de pasar tiempo con su familia. Pero, ¿cómo debería enfocar su siguiente paso? Nuestros redactores lo analizan…
No mirar a la Fórmula E sería un error – Alex Kalinauckas
La Fórmula E reunió a 40.000 espectadores en México el fin de semana, lo que supone una oportunidad real para Pérez.
Foto de: Joe Portlock / Motorsport Images
El momento de la primera declaración pública de Pérez es interesante, porque su aparición en la Feria de León tuvo lugar el mismo fin de semana que otra categoría del automovilismo visitaba Ciudad de México.
Los primeros años de la Fórmula E contaron con muchos expilotos de Fórmula 1, atraídos por el agresivo (aunque equivocado) intento del campeonato de posicionarse como una alternativa a la F1, además de importantes sueldos difíciles de encontrar en otras categorías.
Aunque la Fórmula E se ha alejado de los acuerdos al estilo Felipe Massa para los pilotos que dejan la F1, la categoría de monoplazas eléctricos tiene algo que podría ser muy interesante para Checo: una popular carrera anual en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
El manager de Pérez, Julian Jakobi, famoso por haber representado simultáneamente a Ayrton Senna y Alain Prost, también dirige a muchos de los actuales pilotos de Fórmula E, por lo que conocería la mejor posible oportunidad para el mexicano.
Pero el hecho de no haber asistido a la carrera del pasado fin de semana en su país natal, sugiere que el propio Pérez podría no estar interesado en tal movimiento en estos momentos.
Pero descartar la Fórmula E y la tecnología de emisiones más limpias que tanto defiende -especialmente importante para una metrópolis extremadamente congestionada como es la de Ciudad de México- sería un error, dado el gran cariño que Pérez encontraría en un trabajo así.
La clave de la felicidad está lejos de la pista – Stuart Codling
Antonio Pérez ha insistido en que la familia no ha abandonado la F1
Foto de: Andrew Ferraro / Motorsport Images
En 1797, el comerciante y activista por la paz James Tilly Matthews fue detenido e ingresado en un manicomio tras interrumpir un debate en la Cámara de los Comunes. Matthews creía que una banda criminal, posiblemente formada por espías extranjeros, le estaba torturando desde lejos con rayos invisibles procedentes de una máquina que él llamaba “telar de aire”.
Cito este ejemplo por los recientes comentarios del padre de Sergio Pérez, Antonio Pérez Garibay, un hombre con aspiraciones a altos cargos y un historial de hacer declaraciones polémicas en público.
La última ha sido negarse a descartar un movimiento de Checo hacia la Fórmula E, ya que considera que “pronto será el deporte de motor número uno”.
“Lo que viene es histórico, se lo aseguro”, continuó Antonio. Por fin algo de sentido común. Los seis meses sabáticos que Checo se ha impuesto a sí mismo llegarán a su fin justo cuando se celebre el Goodwood Festival of Speed. Podría conducir el BRM V16; es incluso más ruidoso que su padre.
Rebosante de dinero tras la ruptura de su contrato con Red Bull, Checo Pérez no necesita competir y no parece tener prisa por volver a hacerlo, como demuestran sus próximos seis meses sabáticos.
Para entonces, habrá muy pocas opciones de competir en la máxima categoría, a menos que Cadillac encuentre inexplicablemente pocos patrocinadores o que Alpine despida a Jack Doohan y a Franco Colapinto. Cosas más raras han pasado, pero la verdad es que son muy poco probables.
“Estoy disfrutando mucho de mis hijos, mi familia y mis amigos”, dijo Checo el pasado fin de semana. Es posible que dentro de seis meses, más allá de su padre, todo eso le resulte más atractivo que el ajetreo de la F1 y el mundo de las carreras, a menos que apueste su sueldo a las criptomonedas y tenga que volver a ganar dinero para escolarizar a sus hijos.
¿Quizás la clave de la felicidad lejos de los circuitos sea encerrar a su padre en algún lugar tranquilo, como la típica loca del desván en una novela victoriana?
Pasar a los deportivos aumentará su estatus en mexicano – Kevin Turner
¿Podría Pérez reanudar la batalla con Kevin Magnussen en autos deportivos?
Foto de: Andy Hone / Motorsport Images
Era bastante obvio que Pérez no estaba disfrutando de su trabajo en 2024 y todos sabemos que es mejor piloto de lo que parecía la temporada pasada. En lugar de tratar de prolongar su carrera en la F1 – o retirarse del automovilismo – el mexicano debería intentar redescubrir su pasión en otro lugar.
El WEC y el IMSA están viviendo un gran momento, con reconocidos pilotos y fabricantes. Ya hay muchos expilotos de F1 en la competición de coches deportivos, como el campeón del mundo de 2009 Jenson Button o el hasta hacer un mes piloto de Haas, Kevin Magnussen.
El nivel de competición sería alto, pero la presión sería mucho menor. La clasificación fue su mayor problema junto a Verstappen en Red Bull y eso no es tan importante en carreras que duran horas.
Y si realmente es tan bueno cuidando los neumáticos en carrera, también sería una buena baza.
Dependiendo de dónde aterrice -y seguramente un equipo puntero querría a un ganador de seis grandes premios en la F1-, también tendría la oportunidad de ganar las 24 Horas de Le Mans. Ya ha ganado el GP de Mónaco y, aunque a Pérez no le apetece probar la IndyCar, no ha descartado participar en carreras importantes; una victoria en Le Mans le daría dos tercios de la triple corona del automovilismo.
También aumentaría su estatus en su país. El único ganador mexicano de Le Mans es Pedro Rodríguez, quizá el mejor piloto del país, y ya hace más de medio siglo de su éxito con Ford.
Sería triste que la última temporada de Pérez en el mundo del automovilismo fuera 2024. Terminar su carrera en otro lugar sería más adecuado para su talento. Y podría disfrutarlo mucho.
Liderar el proyecto de Cadillac en la F1 – Oleg Karpov
¿Podría ser Pérez el piloto que lidere el ataque de Cadillac a la F1?
Foto de: Cadillac Communications
Una opinión impopular: Sergio Pérez es un piloto muy bueno…
Recordemos lo que le hizo conseguir un asiento en Red Bull. Por supuesto, fue una consecuencia de las propias decisiones anteriores del equipo: ni Pierre Gasly ni Alex Albon estaban preparados para estar en un equipo puntero y ser compañeros de Max Verstappen, y la contratación de Pérez parecía un paso bastante más lógico. Más que eso, también era justo. Después de tantos años remando en la zona media, consiguiendo podios ocasionales y siendo fiable y consistente, la oferta de Red Bull se sentía como una recompensa muy merecida. Y realmente lo era. Por todo lo que había hecho con Force India (y con Racing Point más tarde, por supuesto), se merecía una oportunidad en un coche de la parte delantera.
No es malo que haya tenido esa oportunidad: no hay muchos que se la hayan “merecido” más que el mexicano. Pero ahora probablemente sabemos que no es el mejor piloto.
Pero, ¿es tan malo como lo pintan en las redes sociales? Probablemente no. Tal vez sea agotador y desmoralizante para cualquier piloto compartir garaje con Verstappen, y cuatro años de presión constante para igualar la excelencia del holandés es suficiente para provocar agotamiento.
Hay muchos en el paddock que creen que Pérez sería mucho más competitivo si Red Bull hubiera desarrollado su coche para él y no tanto para su compañero de equipo. Con un coche que le gusta, seguro que no se habría visto tan desesperado como en los últimos tres cuartos de la temporada 2024.
Si después de seis meses decide continuar en la F1, probablemente todavía haya un lugar para él en la parrilla. No en un coche puntero, por supuesto, pero si alguien necesita un tipo con experiencia, ¿por qué no darle una oportunidad a Pérez?
Para Cadillac, sería uno de los candidatos obvios a incluir en su lista de futuros pilotos. Por supuesto, causaría indignación en las redes sociales, pero en realidad tendría mucho sentido. Sus dos últimos años han demostrado definitivamente que Pérez no es un piloto del calibre de un campeón del mundo, pero antes de eso había hecho lo suficiente no sólo para justificar su presencia en la parrilla, sino para ser considerado uno de los pilotos más fiables y consistentes de la categoría.
Y puede que lo siga siendo cuando no esté compartiendo garaje con Verstappen.
Deja las carreras para dedicarse a la política – Jake Boxall-Legge
¿Podrían sus experiencias en la F1 prepararle para una carrera en la política?
Foto: Simon Galloway / Motorsport Images
Las actuaciones de Sergio Pérez en 2024 fueron tan malas que no debería haber tenido ninguna opción cuando se trataba de mantener su asiento para 2025. En términos “normales” de la F1, la idea de que Checo pudiera tener la más mínima posibilidad de quedarse en Red Bull debió ser inexistente.
Pero tenía un as en la manga, uno en el que Pérez se apoyaba con frecuencia en cada discusión sobre su futuro: un contrato. Hay un viejo adagio en la F1, que dice que los contratos apenas valen el papel en el que están escritos, pero para él era muy valioso porque era un contrato que Red Bull le ofreció a principios de temporada para evitarle un nuevo ataque de “nerviosismo”, pero Red Bull cometió el grave error de negociar un pago considerable si rompía el acuerdo antes de lo firmado (finales de 2026).
El otro aspecto que hizo que no fuera tan obvio el despido de Pérez fue su valor comercial; para la afición mexicana, no es nada menos que venerado. El Gran Premio de México volvió al calendario gracias a la influencia de Checo y las empresas de su país natal han clamado para que sea su imagen. Se creía ampliamente que su contribución al presupuesto anual de Red Bull era de unos 20 millones de euros.
Su padre, Antonio, conocido recientemente por sus polémicas declaraciones sobre su hijo (por cierto, ¿cuándo saldrá esa lista de periodistas malvados?), fue miembro de la Cámara de Diputados mexicana durante el mandato del expresidente Andrés Manuel López Obrador. Para alguien de la popularidad de Pérez, quizás involucrarse en el entramado político mexicano no sería exagerado.
Tampoco sería un terreno desconocido para un expiloto de F1; Carlos Reutemann llegó a ser senador en Argentina. En historias menos conocidas de pilotos convertidos en políticos, Patrick Tambay fue teniente de alcalde de Le Cannet, un municipio al norte de Cannes, mientras que Sakon Yamamoto formó parte de la Cámara de Representantes de Japón como miembro del conservador Partido Liberal Democrático.
¿Le interesa a Pérez tener un futuro político? La verdad es que nunca se lo hemos preguntado, aunque el politiqueo de la F1 podría serle útil en el entorno ligeramente menos díscolo del parlamento. Si su capacidad para mantener la calma bajo una presión abrumadora no se ve mermada, podría ser un activo valioso para algún partido político de su país.
El tiempo dirá cuál será el próximo movimiento de Pérez
Foto de: Red Bull Content Pool
En este artículo
Redacción Motorsport.com
Fórmula 1
Sergio Pérez
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