La Máquina Celeste de Cruz Azul mostró un nivel muy lejos que lo llevó a emocionar a todos sus aficionados el pasado torneo y por esa razón apenas pudo empatar 1-1 con el Atlas en un desteñido estreno de su nueva casa en Ciudad Universitaria que despertó más dudas que certezas.
Sí, porque los celestes carecieron de esa chispa que los hizo los grandes favoritos para coronarse en el pasado certamen, dando crédito que con la salida de Luis Romo les cortaron las piernas al mediocampo celeste y que se vio imposibilitado de poder generar un esquema ofensivo capaz de doblegar a una escuadra muy aguerrida, pero con menos luces que los cementeros.
Por esa razón a la escuadra dirigida por el argentino Martín Anselmi apenas les alcanzó para conseguir el gol que los puso adelante en la primera mitad por conducto de Ángel Sepúlveda al minuto 37 después de una gran jugada del novato Amaury Morales que fue de las gratas novedades de la Máquina al iniciar el encuentro y disputar 63 minutos.
Para colmo de males en el calentamiento previo al inicio del juego, el delantero griego Giorgios Giakoumakis se indispuso por un supuesto problema estomacal, según versiones extraoficiales que lo dejaron fuera del encuentro en uno de los enésimos problemas de salud que no le han permitido la regularidad al delantero europeo y donde los aficionados celestes empiezan a impacientarse.
Precisamente Morales con una acción al estilo del finado astro argentino Diego Maradona quitándose a tres rivales hasta que fue derribado en el área por Aldo Rocha provocando la marcación del penal que cobró Sepúlveda con un disparo a la derecha del portero Camilo Vargas engañándolo por completo.
Los pecados celestes
Tal parece que el gol de Sepúlveda en lugar de generar que Cruz Azul tomara confianza y fuera al frente, sucedió lo contrario, pues exageraron en su confianza y el Atlas en la primera mitad del segundo lapso les hizo partido para complicarles la existencia.
Fue cuando el técnico atlista también debutante en la Liga MX Gonzalo Pineda hizo ajustes con el ingreso de Eduardo “Mudo” Aguirre y Jesús Serrato, para que junto con Aldo Rocha, Jeremy Márquez y el serbio Urdos Durdevic lograron complicarle la existencia a los cementeros hasta lograr el empate precisamente por conducto de Durdevic en el minuto 55.
A partir de ese momento los jugadores de la Máquina quisieron despertar, pero al final salvo algunos chispazos, como la llegada de Carlos Rotondi que no pudo rematar el “Toro” Fernández, yéndose la opción de Cruz Azul de tomar la ventaja en el marcador y finalmente no pudieron cambiar la historia, sin importar que mandaran a la cancha al propio uruguayo Gabriel “Toro” Fernández y al debutante Omar Campos, pues el daño estaba hecho y el esfuerzo solo alcanzó para el empate 1-1.
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