Sin duda la habitación es uno de los lugares más importantes de
nuestra casa, y por ello debemos comprometernos a que sea un lugar
lo más reconfortante y restaurador posible.
En ocasiones, cambiar el lugar de la cama en nuestra habitación
puede llevarnos a realizar un gran esfuerzo y puede ser algo hasta
innecesario, debido a que muchas veces todo el inmobiliario de la
habitación se encuentra influenciado por cuestiones decorativas o
de organización. Pero si sentimos que dormimos mal, tal vez valga
la pena intentarlo.
No olvides que dormir es el momento que tenemos para desconectar
de todo, donde lo único que nos interesa es descansar y poder
recuperar la energía que perdimos durante el transcurso del día.
Pero existen tres factores que pueden impedir que nuestro descanso
sea positivo o negativo: la ventana, la puerta y la ubicación de la
cama.
¿Cuál es la ubicación correcta de la
cama?
Lo primero que debes hacer es orientar tu cama hacia el norte.
Una manera segura de hacerlo es utilizar un teléfono inteligente,
ya que estos dispositivos vienen con una brújula incluida y usarla
es muy sencillo. La razón por la que debes orientar la cabecera de
tu cama hacia el norte es que al realizarlo, el llamado polo
positivo de tu cuerpo se ubica de manera directa sobre el polo
negativo de la tierra. Estos puntos opuestos permiten aumentar el
equilibrio energético y magnético del cuerpo.
Estas son otras recomendaciones para lograr un mejor
descanso en tu habitación:
Colocar la cama lejos del ruido: tal vez sea
difícil y no se pueda hacer, pero trata en lo posible de que la
cama esté alejada de la puerta de entrada, del baño y del
televisor.
La luz natural debe estar detrás: tener una
ventana en la habitación puede crear un ambiente saludable, si
tienes la suerte de tenerla, debes colocar la cama de espaldas a la
luz. Esto se debe a que la cama debe percibir la luz natural de
manera indirecta.
Elegir una pared que no mire a la ventana o a la
puerta: el motivo es que si la cama se encuentra frente a
una ventana o una puerta, se puede dar el riesgo de que el cerebro
se preocupe debido a la posibilidad de que un extraño pueda
ingresar en cualquier momento.
Evitar los muebles grandes: se debe evitar
colocar grandes muebles a los pies de la cama, como espejos,
librerías o armarios. Esto debido a que los grandes muebles pueden
alterar la sensación de tranquilidad, porque de alguna manera nos
hacen sentir protegidos, y por el contrario lo que hacen es
perturbarnos el sueño.
Elegir la pared más alta: observa muy bien tus
paredes y escoge la pared que esté más libre, alta y amplia, para
no tener cuadros o repisas encima de tu cabeza.
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