Jimmy Carter, que se consideraba un extraño incluso cuando estaba sentado en la Oficina Oval como el 39º presidente de Estados Unidos, fue homenajeado el jueves con la pompa de un funeral de estado en la Catedral Nacional de Washington antes de un segundo servicio y entierro en su ciudad natal de Georgia.
El presidente Joe Biden, quien fue el primer senador en funciones en respaldar la campaña de Carter en 1976, fue el encargado de pronunciar el obituario a poco más de una semana antes de dejar el cargo.
Todos los sucesores vivos de Carter asistieron al funeral en Washington, incluido el presidente electo Donald Trump.
Un momento histórico
La reunión de comandantes en jefe ofreció un momento inusual de cortesía para la nación en una era faccionalizada e hiper partidista. Se reunieron en privado antes de que comenzara el servicio. Cuando Trump se dirigió a su asiento, estrechó la mano de Mike Pence en una rara interacción con su ex vicepresidente.
Trump estaba sentado junto al ex presidente Barack Obama y se los pudo ver charlando durante varios minutos. La vicepresidenta Kamala Harris, que perdió ante Trump en noviembre, entró después, pero no interactuó con él.
Durante días, líderes políticos, empresarios y ciudadanos comunes han homenajeado a Carter, que murió el 29 de diciembre a los 100 años, por su decencia y por usar una ética de trabajo prodigiosa para hacer algo más que obtener poder político.
Este jueves por la mañana los miembros del servicio militar llevaron el féretro de Carter, cubierto con la bandera, por las escaleras del este del Capitolio, donde el expresidente había sido velado, para ser transportado a la catedral. También hubo un saludo de 21 cañonazos.
En la catedral, el Coro de las Fuerzas Armadas cantó el himno “Be Still My Soul” antes de que el féretro de Carter fuera llevado al interior.
Concluyen honras funerales
Este jueves concluyen seis días de ritos nacionales que comenzaron en Plains, Georgia, donde Carter nació en 1924, vivió la mayor parte de su vida y murió después de 22 meses en cuidados paliativos. Las ceremonias continuaron en Atlanta y Washington, donde Carter, un ex oficial naval, ingeniero y agricultor de maní, fue velado desde el martes.
Después del servicio matutino en Washington, los restos de Carter, sus cuatro hijos y el resto de su familia regresarán a Georgia en un Boeing 747 que sirve como Air Force One cuando el presidente en funciones está a bordo.
Largas filas de dolientes esperaron varias horas en temperaturas gélidas para desfilar frente a su ataúd envuelto en la bandera en la rotonda, mientras los tributos se centraban tanto en el trabajo humanitario de Carter después de dejar la Casa Blanca como en lo que hizo como presidente de 1977 a 1981.
Después de un último recorrido por su ciudad natal, pasando por la antigua estación de trenes que sirvió como cuartel general de su campaña presidencial de 1976, será enterrado en tierras familiares en un terreno junto a Rosalynn, con quien Carter estuvo casado durante más de 77 años.
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