La Fórmula 1 mira al futuro tras una extraordinaria temporada 2024 que dejó hasta siete ganadores diferentes en 24 carreras. El Pacto de la Concordia expira a finales de este año y más allá de la ampliación de la parrilla con la entrada de Cadillac a partir de 2026, uno de los temas más a debate es el calendario, porque la demanda de los organizadores que quieren entrar son muy superiores a los huecos disponibles, que son 24 en estos momentos y 25 como máximo marcado por el reglamento.
La renovación de Spa-Francorchamps para albergar cuatro carreras en seis años (saltándose las ediciones de 2028 y 2030) abre un tema que siempre ha permanecido bajo el radar y que ahora, en cambio, está de plena actualidad: la alternancia de algunas citas que permitiría ampliar el número de circuitos que forman parte del mundial de F1.
En estos momentos, Italia vive una anomalía ya que al menos para 2025 seguirá teniendo el privilegio de contar con dos carreras (Monza e Imola) y sólo Estados Unidos puede permitirse tener tres.
En una interesante entrevista exclusiva con Autosprint, Stefano Domenicali pinta un panorama muy claro: “El contrato con Monza se ha renovado con importantes compromisos en términos de obras de modernización de las infraestructuras. Lo que se hizo en Monza el año pasado fue sólo un primer paso necesario. Tener la suerte de ser considerado un lugar histórico no significa que tenga que seguir siendo antiguo. Lo histórico sólo tiene valor si se proyecta hacia el futuro”.
Aficionados bajo el podio de Monza tras el GP de Italia.
Foto de: Ferrari
“El circuito de Brianza tiene que modernizarse. Y el presidente de la ACI, Angelo Sticchi Damiani, ya ha puesto la cara para asumir ciertos compromisos y sin eso hubiera sido difícil cerrar ciertos acuerdos. Está claro que ha habido una contribución importante a nivel gubernamental por parte de la Región, sobre todo en la parte económica. Ahora tenemos que entendernos por Imola”, añadió.
El presidente y CEO de la F1 tiene una visión muy clara de lo que debe ser el futuro calendario.
En primer lugar, reconoció estar agradecido a Imola por su contribución al calendario en plena pandemia de la Covid-19: “Imola tiene la voluntad de continuar y llevar adelante un proyecto. Es un circuito importante que podría entrar en la lógica de la rotación, pero no con Monza. Ciertamente, si Brianza no respetara los acuerdos alcanzados, ya habría una fuerte candidatura preparada con Imola. Nunca digas nunca. Antes del inicio del próximo curso tendremos la definición de la futura posición”.
Stefano Domenicali, en definitiva, dibuja muy claramente un escenario muy fluido, en el que Imola (que termina contrato este año) podría tener un papel alterno con otros circuitos y no sólo con Spa-Francorchamps.
El puzzle no es fácil de armar, dado que existe el deseo de llevar una carrera al continente africano, que hoy no está representado (se habla de un plazo medio-largo). Y España, a partir de 2026, se centrará en Madrid, además de tener a Barcelona en la recámara. En definitiva, habrá algunos nudos que desatar si avanzan las candidaturas de Tailandia, Corea del Sur y Turquía, además de Argentina, que se ha volcado con el flamante debut de Franco Colapinto. El juego de piezas no será sencillo y Monza deberá tener cuidado para no caer.
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