Sebastián Zapeta Calil, inmigrante documentado acusado de quemar fatalmente a una pasajera en el Metro de Nueva York, dijo repetidamente a los detectives que no recordaba el ataque y ayer se declaró “no culpable” de los cargos que enfrenta por el brutal homicidio.
Según documentos judiciales presentados ayer, cuando Zapeta fue detenido horas después del crimen los investigadores le mostraron un video de vigilancia del momento en que Debrina Kawam, una mujer sin hogar, fue fatalmente incendiada alrededor de las 7:30 a.m. del domingo 22 de diciembre mientras dormía en un tren de la línea F que se acercaba a la estación de Stillwell Avenue en Brooklyn.
“Oh, maldita sea, ese soy yo”, dijo en español el sospechoso nativo de Guatemala durante el primer interrogatorio con NYPD que fue transcrito y traducido. Desde entonces se encuentra detenido sin derecho a fianza, bajo cargos de homicidio e incendio provocado. “Lo siento mucho. No fue mi intención. Pero realmente no lo sé. No sé qué pasó, pero lo siento mucho por esa mujer”, agregó, según los documentos judiciales citados por CNN.
Al parecer fue un ataque aleatorio. Las autoridades tardaron varios días en identificar a la víctima nativa de Nueva Jersey y hay al menos dos versiones sobre su edad -57 y 61 años- y dudas sobre su condición al momento del homicidio. Según el forense, murió por lesiones térmicas e inhalación de humo, según la denuncia presentada en el Tribunal Penal de Brooklyn.
La policía dice que Zapeta se acercó tranquilamente a Kawam mientras dormía en un tren y usó un encendedor para encender su ropa y la manta que la envolvía. El 27 de diciembre un gran jurado acusó al presunto pirómano. Ese día el sospechoso de 33 años renunció a su comparecencia ante el tribunal, pero ayer debió estar presente al ser procesado y hacerse pública la acusación. Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
“Brutal y depravado”
Las autoridades han descrito el crimen como un “asesinato brutal” e indicativo de “comportamiento depravado”. Después de su arresto el mismo día, Zapeta le dijo a la policía que “bebe mucho licor” y “no sabía qué pasó”, afirmó el fiscal adjunto de distrito Ari Rottenberg.
Zapeta es un ciudadano guatemalteco que, según los funcionarios federales, entró ilegalmente en EE.UU., fue deportado en 2018 y luego regresó al país de nuevo sin papeles. Su dirección más reciente en un informe de arresto figuraba como un refugio para hombres sin hogar en Brooklyn que luchan contra el abuso de sustancias, dijo el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York. Es posible que al momento del crimen haya estado intoxicado.
Este brutal homicidio ha intensificado los temores existentes sobre la seguridad y el caos en el Metro de Nueva York, donde hay constantes ataques aleatorios que mezclan varios problemas con los que la ciudad ha estado lidiando durante años, como la indigencia, la inmigración ilegal y el abuso de sustancias.
La violencia es constante en el transporte público de NYC. El crimen en general ha disminuido 12% en el Metro, pero no en todas las categorías, destacó ABC News. En 2024 los homicidios aumentaron 200%, los asaltos graves 55% y los robos 140%.
Además 6 adolescentes murieron ese año en accidentes relacionados con surfeo, se produjeron cinco violaciones y, en general, los delitos sexuales también subieron más de 3%, con 550 incidentes hasta el 27 de octubre.
A mediados de diciembre la MTA y la gobernadora de Nueva York anunciaron otro refuerzo de la seguridad en el Metro, así como un posible aumento de tarifas para el 2do semestre de 2025.
Menos de la mitad (45%) de los pasajeros se sienten seguros o satisfechos dentro de los trenes y estaciones, según la última encuesta semestral de la MTA. En 2023 se estimó que unos 3,400 desamparados estaban morando en vagones y estaciones. En octubre de 2024 la alcaldía de NYC anunció nuevas medidas para lidiar con los desamparados. Al mismo tiempo MTA enfrenta pérdidas millonarias por la cada vez mayor cifra de usuarios que acceden sin pagar al Metro y buses.