Comer en un restaurante puede ser una
experiencia maravillosa para celebrar ocasiones especiales o
simplemente darse un gusto. Sin embargo, es importante
recordar que no estamos solos y debemos ser respetuosos
con los demás comensales y el personal del establecimiento.
Lamentablemente, existen algunas conductas que se
repiten con demasiada frecuencia y que pueden arruinar la
experiencia de todos.
No molestar a otros
clientes
Si bien un restaurante no es una biblioteca y es natural que
haya cierto nivel de ruido y actividad, debemos ser conscientes de
no perturbar demasiado a los demás comensales.
Gritar, hablar en voz muy alta o dejar que los niños corran por
todo el lugar son comportamientos que molestan a los demás.
Los restaurantes no son un patio de recreo, así
que es importante mantener cierto nivel de tranquilidad y
respeto por el espacio de los demás.
Mantener un volumen apropiado
Es normal querer conversar y disfrutar de la compañía en un
restaurante, pero debemos asegurarnos de no elevar
demasiado la voz. Evita gritar o hacer ruidos que
puedan distraer a los demás. Recuerda que estás compartiendo el
espacio con otras personas que también quieren disfrutar de su
comida y compañía.
Controlar a los niños
Si llevas a tus hijos al restaurante, asegúrate de
mantenerlos bajo control. No permitas que corran por todo
el lugar o que molesten a otros clientes. Si los niños necesitan
jugar, busca un parque o un área de juegos apropiada fuera del
restaurante.
Responder a las quejas de otros clientes
Si eres testigo de un comportamiento disruptivo
por parte de otros comensales, es mejor no intervenir
directamente. En su lugar, puedes informar al personal del
restaurante para que ellos se encarguen de la situación de manera
apropiada.
No tratar
al personal como «inferior»
Uno de los comportamientos más irrespetuosos en un restaurante
es tratar al personal, especialmente a los
meseros, de manera condescendiente o grosera.
Recuerda que ellos son profesionales que están ahí para atenderte y
hacer que tu experiencia sea agradable.
Utilizar los modales básicos
Asegúrate de usar por favor, gracias y otras expresiones de
cortesía cuando te dirijas a los meseros. No los llames por sus
nombres sin permiso y evita elevar la voz o dar órdenes como si
fueran tus sirvientes.
Entender que los meseros no controlan todo
Si hay problemas con tu pedido o el servicio, no
descargues tu frustración en el mesero. Ellos no tienen
control sobre todo lo que sucede en la cocina o en la
administración del restaurante. Mantén la calma y sé amable al
comunicar tu inquietud.
Evitar «sobornar» a los meseros
No intentes ofrecer propinas adicionales o hacer tratos
especiales con los meseros a cambio de un mejor servicio. Esto no
solo es inapropiado, sino que también puede ponerlos en una
situación incómoda.
No traer comida o
bebidas del exterior
La mayoría de los restaurantes tienen políticas
claras sobre no permitir alimentos o bebidas que no hayan sido
comprados en el establecimiento. Respeta estas
reglas y no intentes entrar con tus propios productos.
Deshacerse de los artículos externos
Si has comprado algo para llevar mientras esperabas tu mesa,
asegúrate de terminarlo o descartarlo antes de entrar al
restaurante. No puedes mantener esos artículos contigo durante tu
comida.
Aceptar las políticas del establecimiento
Cada restaurante tiene sus propias reglas y
restricciones. Si ves que no ofrecen las opciones que
buscas, como platos veganos o vegetarianos, no insistas ni te
quejes. Simplemente elige otro lugar que se ajuste mejor a tus
necesidades.
No llegar justo antes del
cierre
Evita presentarte en un restaurante justo antes de que cierren
la cocina o el establecimiento. Esto puede generar
problemas para el personal y una experiencia apresurada para
ti.
Respetar los horarios del restaurante
Infórmate sobre los horarios de atención del
lugar al que vas a ir. Procura llegar con suficiente
tiempo para que puedas disfrutar de tu comida sin sentirte
apurado.
Ser considerado con el personal
Recuerda que el personal también tiene un horario y necesita
cerrar el restaurante a tiempo. Si llegas cerca de la hora de
cierre, es posible que te atiendan de manera apresurada o incluso
te pidan que te retires.
No quejarse del precio
Si bien es normal que algunos platos te
parezcan caros, no es apropiado quejarte de los precios frente al
personal. Ellos no tienen control sobre eso.
Aceptar los precios del menú
Antes de ir a un restaurante, investiga un poco sobre los
precios promedio del lugar. Si los considerás
demasiado altos, puedes elegir otro establecimiento que se ajuste
mejor a tu presupuesto.
Evitar culpar a los meseros
Si tienes una queja sobre los precios, dirígete
al gerente o administrador del restaurante. No descargues
tu frustración en los meseros, quienes simplemente están
cumpliendo con su trabajo.
Usar moderación con los condimentos
Está bien solicitar sal, pimienta o ketchup si lo necesitas.
Pero evita pedir una variedad de especias o salsas
extra, a menos que el plato realmente lo requiera.
Confiar en el criterio del chef
Los chefs de restaurante son profesionales que
han dedicado años a perfeccionar sus recetas. Confía en su criterio
y disfruta de los sabores tal como fueron diseñados, a menos que
haya un problema evidente con el platillo.
No dejar un desastre en la
mesa
Sí, una de las ventajas de comer en un restaurante es que
alguien más se encargará de limpiar la mesa. Sin
embargo, eso no significa que puedas dejar un completo
desorden.
Mantener cierto orden
Procura limpiar los derrames pequeños con una
servilleta y acomodar los platos y cubiertos de
manera ordenada. Esto facilita el trabajo del personal y muestra
respeto por su labor.
Solicitar ayuda si es necesario
Si hay un derrame importante o un desastre
considerable, no dudes en pedir ayuda al mesero. Ellos
estarán dispuestos a asistirte y a proporcionarte más servilletas o
utensilios de limpieza.
Evitar las llamadas y notificaciones
Procura mantener tu teléfono en silencio y
evita contestar llamadas o responder mensajes durante tu comida.
Esto puede distraer a ti y a los demás comensales.
Ser discreto con las fotografías
Está bien tomar algunas fotos de tu plato, pero
hazlo de manera discreta y sin interrumpir a los
demás. Evita usar el flash o permanecer demasiado tiempo enfocado
en tu teléfono.
No estirarse sobre la
mesa
Otra conducta que se debe evitar es estirarse por encima
de la mesa para alcanzar algo. En su lugar, pide
amablemente a tus compañeros de mesa que te pasen lo que
necesites.
Solicitar ayuda a los demás
Si algo está fuera de tu alcance, no dudes en pedir a
tus acompañantes que te lo acerquen. Esto evitará que
tengas que inclinarte de manera incómoda sobre la mesa.
Mantener una postura apropiada
Recuerda mantener una postura elegante y
erguida durante la comida. Evita apoyarte sobre la mesa o
estirarte demasiado, ya que esto puede resultar descortés.
No contar chistes
repetitivos
Si bien es normal querer entablar una conversación amena con el
personal del restaurante, evita repetir
constantemente los mismos chistes o anécdotas.
Ser consciente del personal
Recuerda que los meseros escuchan esos mismos
chistes una y otra vez a lo largo del día. Intenta mantener una
charla fresca y evita abusar de las bromas que ya
han oído muchas veces.
Disfrutar del momento sin exagerar
Está bien querer pasar un buen rato y reír, pero no lo hagas a
costa de la paciencia del personal. Mantén un
equilibrio entre la diversión y el respeto.
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