Por Scarlet Rojas
Santo Domingo.- La decoración navideña es parte esencial de las celebraciones de diciembre y para los dominicanos es todo un lujo. Desde Bella Vista hasta La Zurza, es común observar abundancia de luces, coronas y otros símbolos navideños.
En general, el presupuesto destinado a la decoración navideña depende de los elementos que cada persona desee incluir.
Por ejemplo, es común que familias de bajos recursos, residentes en barrios, inviertan entre RD$800 y RD$1,500 aproximadamente. Estos elementos suelen incluir dos extensiones de luces navideñas, adornos para la mesa y repisas, sumando un total aproximado de RD$1,100.
En residenciales próximos a la avenida Jacobo Majluta, Ensanche La Fe o Hainamosa, una inversión típica oscila entre RD$2,500 y RD$4,500. Esto abarca un árbol pequeño, tres extensiones de luces, bolas decorativas y otros adornos para el árbol, con un costo promedio de RD$2,550.
No obstante, hay quienes, aun viviendo en zonas vulnerables, deciden “tirar la casa por la ventana”. Un ejemplo peculiar es el de una joven ama de casa en “La 42” de Capotillo, quien gastó RD$16,800 en un árbol, bolas, varias extensiones de luces, esferas, cojines y una alfombra.
En localidades de Santo Domingo Este como Alma Rosa, las inversiones suelen ser ligeramente más elevadas, oscilando entre RD$8,000 y RD$15,000. Por ejemplo, Stephanie Rojas, residente de Santo Domingo Este, comentó que el año pasado gastó RD$15,000 en elementos como un árbol, flores para el tope, seis extensiones de luces, muchas esferas, adornos para el árbol, botitas, esferas personalizadas con los nombres de los integrantes de su familia y extensiones estilo lágrimas para el exterior. Su árbol de 6 pies lo adquirió por un precio entre RD$2,500 y RD$3,000, lo que considera una ganga.
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En el país, la “fiebre” por decorar es tan fuerte que, desde los meses de septiembre y octubre, se puede apreciar cómo los dominicanos sacan a relucir sus humildes o, en algunos casos, ostentosas decoraciones navideñas.
Estos costos son elevados, y siendo República Dominicana un país donde las precariedades son permanentes, es interesante conocer el monto que los dominicanos invierten en el embellecimiento navideño de sus hogares.
Entre árboles de Navidad, recreaciones del nacimiento del niño Jesús, luces, centros de mesa, manteles, forros de almohadas, velones, coronas, vajillas, cuberterías y otros elementos, los gastos pueden variar significativamente según el sector.
¿Qué dicen los exteriores de las viviendas?
En las fachadas de Santo Domingo Este, Norte y en el Distrito Nacional, se puede observar la presencia de pocas luces navideñas. Sin embargo, aunque algunos miembros de la clase privilegiada tienen decoración alusiva a la época, en lo que respecta al exterior, no hay ostentación, sino únicamente extensiones de luces.
Distrito Nacional. Se puede ver en los edificios del Distrito Nacional que en Serralles un edificio de 24 apartamentos habia 7 de ellos con decoracion navideña exterior; mientras tanto, en uno de 11 apartamentos apenas 2 estaban decorados.
SDE. En Santo Domingo Este el panorama pinta mas navideño. Había un edificio con 8 viviendas y 5 de ellas presentaban luces navideñas.
SDN. En Santo Domingo Norte, de una torre de 20 apartamentos, solo 2 contaban con luces navideñas en las rejas.
Casos reales
Quienes residen en sectores como Ensanche Naco, Piantini, Serrallés y El Millón, suelen invertir entre RD$20,000 y RD$50,000 en ornamentos navideños.
Otra señora, residente del sector Bella Vista, expresó considerarse una persona práctica en este sentido, ya que ha invertido alrededor de RD$20,000 en la decoración de su casa. Esto incluye el arbolito con sus adornos, centros de mesa y algunas estatuillas de Santa Claus. No considera necesario adquirir cubertería y vajilla navideña porque entiende que sería un gasto excesivo para tan pocos meses de celebración. Este año decidió no exhibir su arbolito, sino solo los demás objetos, y aseguró que, si el próximo año tampoco lo utiliza, lo regalará.
Por otro lado, hay familias más entusiastas, con gustos y niveles adquisitivos más elevados, que además de adquirir objetos decorativos menos esenciales, como vajillas, cuberterías, toallas, cortinas y otros accesorios, invierten en áreas diseñadas con toques de galería. Estas áreas recrean figuras y escenas características de la Navidad, como el nacimiento del niño Jesús en el pesebre, los Reyes Magos con regalos, Santa Claus acompañado de renos, entre otros. Por supuesto, este nivel de detalle implica una inversión significativa.
Una cualidad común en las personas que acostumbran a llenar sus casas de decoraciones navideñas es que, en su mayoría, son religiosas. Para ellas, reconstruir escenas del nacimiento del niño Jesús les genera ilusión, ya que les permite recordar este evento y preservar el sentimiento de esperanza que trae consigo.
Aquellos que tienen hijos y desean inculcar en ellos el amor por la época y la generosidad suelen exhibir figuras de Santa Claus junto a los renos, los Reyes Magos y regalos.
Daniel García, especialista en decoración navideña con más de 20 años de experiencia, ha presenciado de todo: desde humildes elementos hasta extravagancias donde se “bota el forro” en ornamentos navideños. Cuenta loos montos mas altos que su experiencia le ha permitido ver.
Daniel García, especialista en decoración navideña.
Los arbolitos se la lucen:
Los dominicanos son “locos” con su arbolito, el adorno en el que más invierten durante la época navideña. En este sentido, Daniel comparte algunos de los trabajos que ha realizado para sus clientes y proporciona un aproximado de los gastos involucrados en cada caso.
Arroyo Hondo: aproximadamente RD$35,000. La inversión se realizó exclusivamente en luces. Los árboles son naturales.
Villa Mella: RD$2,500 es un arbolito pequeño de mesa, sin embargo, está muy decorado e iluminado
Piantini: RD$50,000 a RD$60,000. El árbol es reutilizado y algunos adornos se compraron este año.
Los Ríos: RD$ 5,000
Los Restauradores: Dos árboles pequeños que equivalen a uno grande, el estimado es de RD$ 18,000.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que las personas compran adornos cada año y esto hace que los gastos lleguen a ser acumulativos debido a que estos guardan elementos para utilizarlos en años posteriores. Esto significa que el año en quel una persona empieza a comprar los objetos decorativos se puede generar un gasto drástico elevado pero en los años siguientes habrá un coste menor y de elementos sencillos como alguna que otra extensión de luces que se haya averiado, esferas del árbol, centros de mesas variados y quizá algunas fundas de almohadas.
Sobre los últimos años:
Algunas personas entienden que la costumbre de hacer decoraciones para Navidad ha menguado. Al margen de esto, si bien algunas familias pierden la costumbre de realizar decoraciones, hay otras que se van sumando.
Muchas situaciones influyen en el hecho de que una persona adopte o pierda este hábito. Para que una persona se motive a poner adornos navideños, se incluyen razones como el nacimiento de un nuevo integrante de la familia, ya que muchos padres tienen el deseo de inculcar en los pequeños el espíritu de la época; la motivación de un tercero; la llegada de familiares del extranjero; o el hecho de que los hijos lo soliciten. Todo esto, sumado a las posibilidades económicas para llevarlo a cabo, puede ser un verdadero desafío.
En contraparte, hay hogares que pierden las razones para comprar y exhibir decoración: el fallecimiento de un ser querido, especialmente si la persona entusiasta por la época navideña es quien ha fallecido; la ausencia de miembros de la familia que permanecen en el exterior; la falta de niños en el hogar; o, sencillamente, tener otras prioridades que hacen que la decoración navideña les resulte un lujo innecesario.
Aunque algunos dominicanos no “cogen mucha lucha” con decoraciones navideñas o prefieren armar arbolitos de la mano de su comunidad con materiales desechables como botellas plásticas, vasos higiénicos e incluso latas, hay otra parte de la población que vive la época como si fuese la última y no escatima en adornos, a estos desde octubre les encanta repetir: “Lo gasté, pero complacido”.