El Día Internacional de la Mujer, de nuevo, hace visible la mitad de la población y propicia la denuncia de las desigualdades que todavía esta enfrenta y que las cifras, incluso las favorables, evidencian.
Según datos de Enhogar, de 2022, la mujer dominicana parte de estas cifras:
Aún con todos esos datos, la mujer sigue enfrentando problemas en su día a día, principalmente los relacionados con los estereotipos sociales, laborales y estéticos; el matrimonio y los roles en el hogar; las exigencias y la violencia doméstica y el acoso laboral y sexual. En Diario Libre hemos querido reunir a cuatro mujeres con perfiles distintos para que expliquen cómo ven nuestra sociedad.
El matrimonio
Según mujeres consultadas, en la sociedad dominicana ellas “tienen que cumplir” con unos estereotipos sociales, fundamentalmente de apariencia y de éxito.
Para que puedan encajar se les “impone” que tienen que cuidar su imagen, maquillarse de una manera, vestir con estilo, etc. También se impone una imagen de “super woman“, la mujer que puede con todo y que todo lo hace perfecto, se dedica al 100 % al trabajo, también al 100 % al hogar y siempre está perfectamente vestida y maquillada.
Para las mujeres que optan por la vida laboral es muy complicado saltar la brecha social y triunfar laboralmente si no se proviene de una familia con posición, con contactos. En cuanto a las mujeres que deciden quedarse en el hogar no cuentan con la protección del estado, en caso de necesitarlo, ya que no les toman en cuenta para las políticas sociales.
¿Cómo romper estos clichés?
Por ejemplo, la creencia general es que en el matrimonio la mujer “debe cumplir” con determinadas exigencias, hacerse cargo de las tareas del hogar además de trabajar fuera de casa.
Claudia Guzmán, CEO y fundadora de Yokomo, comenta que “tenemos que ser conscientes de que no podemos dar el 100 % en todo, como madre, en el trabajo, en las relaciones sociales, en el deporte”.
Mientras que Anabel Mercedes, consultora de Immunotec, nos dice que “todos tenemos un rol en la familia, y todos somos importantes. En un hogar deben estar todos los roles definidos y cada uno asumir el suyo en su casa, donde se hace de esa manera, sin fijarse en la otra casa, así se mantendrá el equilibrio”.
“Son necesarias las historias de mujeres que hayan superado cualquier barrera para que otras puedan crecer y ver en ellas un referente”Consultora de Inmunotec
Para que en un hogar se entienda que tanto la casa como los hijos y su educación es cosa de dos, Janet Camilo, dirigente política y abogada, le pone una solución: hay que seguir educando, en lo formal y lo informal.
“Lo informal es todo, es un bombardeo para cambiar la cultura, es hacerlo en los libros, periódicos, etc. Hay que seguir trabajando en las generaciones nuevas para que haya un cambio. Con los adultos hay que hacerlo a través de campañas publicitarias que lleguen al ciudadano”, propone Camilo.
De su lado, Anabel percibe que hay que hacer de esto “una realidad”. El empoderamiento femenino está presente, pero falta una clave: “la mujer tiene que creérselo”, según afirma.
María Emiliano Pereira, empleada de servicios generales de Diario Libre; coincide con la idea de que “una mujer tiene que sentirse firme e importante y mirar hacia adelante”.
En el caso de la imagen, es decir, vestimenta y maquillaje, la mujer siempre busca que alguien le diga que va bien, el hombre no busca esta aprobación, comenta Anabel. “Cada espacio tiene su respeto a los demás, pero no tienes que tener miedo a ser tú misma, no me parece bien que haya esa competencia entre mujeres por ver quién viste mejor” asegura.
“Las mujeres competimos entre nosotras, era algo socialmente aceptado y lo teníamos como bueno, pero ahora nos damos cuenta que no tiene por qué ser así”, afirma Camilo.
Claudia pone la clave en la educación como solución pues “con la formación desde el inicio se podría conseguir una mejora para hacer mujeres más libres, más valientes y que pueden llegar más lejos siendo ellas mismas”.
“Una mujer tiene que sentirse firme e importante y mirar hacia adelante”Empleada de servicios generales de Diario Libre
Como afirma Anabel Mercedes, “son necesarias las historias de mujeres que hayan superado cualquier barrera para que otras puedan crecer y ver en ellas un referente”.
Violencia y acoso
República Dominicana, pese a que ha disminuido, sigue teniendo un alto índice de casos de acoso sexual y violencia. En lo que va de año, la Policía Nacional ha presentado ante el ministerio público cerca de 1000 ejecuciones de órdenes de arresto por violencia y delitos sexuales. en 2023 hubo un total de 53 feminicidios.
Desde la Policía Nacional aseguran que, aún con una reducción, tienen más repercusión en la sociedad, pues cada vez son más violentos y aparatosos, por lo que el ciudadano cree que hay más.
Algunos aún piensan que “te violaron porque tú andabas con una faldita” dice Claudia. De hecho, todavía aparece quien llega a culpar a la víctima, echándole la culpa a ella: “algo habrá hecho”.
La oficina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en República Dominicana publicó dos estudios en 2021 sobre violencia contra las mujeres y las niñas en el ámbito laboral y comunitario, en los que revela que más del 95 % de las mujeres víctimas de violencia en el trabajo y/o en espacios públicos no denuncian. Revela que el 97.3 % de las mujeres optaron por el silencio y en el ámbito comunitario la cifra alcanzó el 95.5 %. Más del 75 % de las mujeres que reconocieron ser víctimas de violencia no lo denunciaron “porque se trata de un hecho sin importancia”.
Se visualiza como masculino el proveer económicamente y por otro lado, como sociedad, se está derivando a una deshumanización y violentación de las personas, el consumismo, la productividad; la gente se levanta pensando cómo conseguir más dinero para comprarse mejores cosas. “Consumir y querer dinero te hace llegar violentado a casa por el estrés del trabajo“, afirma Janet.
Janet, Anabel, Claudia y María coinciden en que “en República Dominicana, todavía los hombres nos ven como inferiores“.
Aun siendo más libres, el acoso sexual y la violencia siguen estando presentes en las calles y, para Anabel, la mujer vulnerable no tiene, o no sabe, cómo enfrentarlo y tampoco tiene la confianza para buscar una solución, bien porque no conoce el medio o no confía en que le solvente la situación.
“Las mujeres competimos entre nosotras, era algo socialmente aceptado y lo teníamos como bueno, pero ahora nos damos cuenta que no tiene porqué ser así”Política y abogada
“Los gobiernos no invierten en estas medidas”, dice Janet.
Algunos aún piensan que “te violaron porque tú andabas con una faldita” dice Claudia. De hecho, y no en pocos, llegan a ser excusados por los familiares de la víctima, echándole la culpa a ella:”algo habrá hecho”.
Nuestras protagonistas consultadas consideran que “hay mucha violencia en casa porque la mujer quiere que el matrimonio sea exitoso y haya dependencia económica. Una mujer generando ingresos suficientes quiere depender del hombre y no le dice cuánto gana a su marido pues el rol monetario aún es del hombre” dice Claudia.
*212 es la línea de emergencia para ayudar con expertos y policía. Están operativos desde 2010 y las casas de acogida desde 2002. Quizás habría que pedir que las autoridades empiecen por dar a conocer los canales de asistencia
“Una mujer generando ingresos suficientes quiere depender del hombre y no le dice cuánto gana a su marido pues el rol monetario aún es del hombre”CEO y fundadora de Yokomo
¿Qué soluciones hay para combatir el acoso? Janet apuesta por letreros por toda la ciudad que digan “no al acoso” “no es no” “si es si”, promover campañas. Anabel dice que hay que llegar a las masas. Claudia dice hacer saber que hay un protocolo. María expresa que la mujer tiene que tenerse respeto, hay muchas que cuando les dicen piropos se ríen y se quedan calladas.
Tanto hombres como mujeres permiten comportamientos que luego llevan a malas acciones.
En el acoso laboral, entra la desigualdad salarial, es decir: mujeres que hacen el mismo trabajo que los hombres pero son peor pagadas. A esto se suman las situaciones de abuso, del miedo a perder el trabajo en un momento de necesidad como los embarazos, para que hagan más horas, acepten menos sueldo e incluso echarlas del trabajo. Aprovecharse de las situaciones de indefensión y necesidad de la mujer
“Los gobiernos no invierten económicamente en éstas medidas”Política y abogada
Como explican Anabel y Claudia, una mujer embarazada no es rentable para la empresa, pero todo va a depender de los valores de la misma, cómo tú, como empresa, adoptas estos temas y de la responsabilidad de la mujer.
“Has firmado un compromiso con quien te está pagando y si te quedas embarazada nada más empezar, no eres rentable y la empresa toma medidas”, Anabel
ABORTO Y LAS TRES CAUSALES
Son conocidas las causales que permite abortar la ley:
- Representar un riesgo para la vida de la mujer.
- Que sea fruto de una violación o incesto.
- La existencia de malformaciones fetales incompatibles con la vida.
Independientemente de otras consideraciones sobre la admisión o no de esta práctica, Claudia pide que ” dejen su doble moral, que el aborto es el aborto, si se hace con ese sentido, tiene que aprobarse. Si la mujer quiere, hay que permitirlo, y sobre todo cuando viene de esas 3 causas”.