Al menos once personas murieron este martes en el bombardeo israelí contra la escuela Al Hurriya, ubicada en el área meridional de la norteña Ciudad de Gaza. Este colegio ya había sido atacado a finales de septiembre.
Los equipos de la Defensa Civil, encargada de las ambulancias de rescate, han descrito la operación de extracción de nuevas víctimas entre los escombros como compleja. En la zona quedan aún explosivos sin detonar.
Además, este cuerpo civil denunció que todos sus vehículos no pueden operar en la capital gazatí por la negativa de Israel a permitir la entrada de combustible, lo que calificaron de “sentencia de muerte para los ciudadanos cuyas casas están siendo bombardeadas”. El 21 de septiembre, la misma escuela fue blanco de un bombardeo israelí en el que murieron 44 personas, incluidos niños, según fuentes locales.
Este martes, otro hombre murió en un ataque en la ciudad de Beit Hanoun, también en el norte de la Franja, tras ser abatido por un dron. Los equipos de la Defensa Civil llevan 35 días sin poder operar en las ciudades norteñas, donde más de 2.300 palestinos han muerto durante los 52 días de bombardeos y asedio militar israelíes, según sus propios registros.
En las últimas 24 horas, al menos 14 gazatíes fallecieron y otros 108 resultaron heridos, según el informe de este martes del Ministerio de Salud gazatí. El número total de muertos desde el comienzo de la guerra el 7 de octubre de 2023 se eleva a más de 44.250.