Ninguno de los violadores de Gisèle Pelicot tenía y ni siquiera intentó obtener el consentimiento de la víctima, que sufrió alrededor de 200 violaciones bajo sumisión química en 10 años. Así de tajante ha sido la Fiscalía este martes en una nueva sesión del juicio contra Dominique Pélicot y otros 50 acusados de violación agravada. “Nunca tuvieron el consentimiento ni lo pidieron”, repitieron para cada uno de los acusados Laure Chabaud y François Mayet, los fiscales del tribunal de lo Criminal de Aviñón, al justificar individualmente la petición de penas, que van desde los cuatro años a los veinte, la máxima pena solicitada para el principal acusado.
Los representantes del Ministerio Público quisieron enfatizar el sometimiento continuado que tuvo que sufrir la víctima, que nunca pudo dar su permiso a ningún tipo de relación sexual al estar inconsciente por las altas dosis de somníferos que le administraba su entonces marido, el violador confeso Dominique Pélicot, de 71 años.
Así, la Fiscalía ha pedido penas de prisión para los primeros 36 de los 51 acusados que se sientan en el banquillo de este macrojuicio. La menor, de cuatro años, para Joseph C., un hombre de 69 acusado de agresión sexual y que no penetró a la víctima; la mayor, de veinte años, la máxima posible por violación agravada para Pélicot, urdidor del plan criminal. El acusado más joven tenía 22 años en el momento del delito, mientras que el más mayor tenía 69.
Uno de los casos más “sórdidos”, al que se refirió Chabaud esta mañana, es el de Karim S., de 40 años. Penetró de múltiples formas a la víctima, a pesar de ser consciente de que estaba completamente inerte. Llegó a decir que no le “complació” y ha negado haber cometido una violación a pesar de las pruebas presentadas en el juicio.
Un “narcisista sexual”
Los peritos psiquiatras que lo examinaron, como recordó el fiscal, lo describieron como un hombre con una imagen negativa de la mujer, un “narcisista sexual” marcado por la voluntad de ejercer poder sobre un “objeto sexual” al que pueda “dominar”, como una especie de “venganza” hacia el género femenino. Por todo ello la Fiscalía reclamó para él 14 años de prisión por violación agravada, la tercera más elevada hasta ahora tras los 20 de Pélicot y los 17 para Jean-Pierre Maréchal, el pupilo del septuagenario.
Maréchal fue el único de los que se sientan en el banquillo que jamás tocó a Gisèle Pelicot, pero que replicó con su mujer, Cilia M., los mismos métodos que le enseñó Dominique Pelicot, que también violó a ésta varias veces. Su esposa declaró en el juicio que pensaba que tenía “una vida pacífica y plena”, pero que cuando todo salió a la luz se quedó “aturdida y conmocionada”. La mujer sospechó de haber sido víctima de su propio marido, por lo que fue sometida a exámenes médicos y pruebas de pelo que determinan si fue víctima de sumisión química, pero resultaron negativas. “Se hicieron dos años después de los síntomas. Siempre dudaré”, aseveró.
Al terminar la sesión de este martes, en la jornada 51 de este juicio histórico, varias mujeres organizaron una acción de apoyo a Gisèle, que presenció la escena visiblemente emocionada tras recibir una ovación a la salida del tribunal.
Los hechos que se juzgan desde el 2 de septiembre pasado en Aviñón ocurrieron de julio 2011 a octubre de 2020, principalmente en la casa de los Pélicot en Mazan, aunque todo había comenzado en su primera vivienda cerca de París y también en una segunda residencia familiar. El septuagenario contactaba con decenas de hombres en internet y los invitaba a su domicilio, tras drogar con ansiolíticos a la víctima, hoy convertida en un icono feminista mundial. En estado de inconsciencia, los violadores abusaban de ella sin que esta recordara nada más tarde.
En septiembre de 2020, el violador confeso fue detenido por grabar bajo las faldas de mujeres en un supermercado de Carpentras. Fue entonces cuando los investigadores registraron los archivos informáticos del principal acusado y descubrieron 20.000 vídeos y fotos en los que aparecían las violaciones a las que sometió a la víctima.
Pélicot está imputado, además, en otros dos casos de violencia de género, uno por la violación y el asesinato de una mujer en 1991 y el otro por una tentativa de violación con arma blanca en 1999. La sentencia final se conocerá el próximo 20 de diciembre.
