La actriz y comunicadora Marta González compartió su experiencia con la infertilidad, el dolor de los tratamientos médicos y, finalmente, el inesperado milagro que vivió de la maternidad. González abrió su corazón para contar su historia, marcada por altibajos emocionales, diagnósticos complicados y, sobre todo, una conexión renovada con la fe y la esperanza.
En una conversación con esta revista Luminarias TV, Marta explicó que tuvo que congelar sus óvulos para poder tener un hijo, oró para que sucediera ya que siempre soñó con ser madre y Dios le hizo la obra hasta el punto de dar a luz de forma natural sin tener que acudir a este procedimiento médico.
Desde joven, Marta nunca experimentó los típicos miedos o preocupaciones de un embarazo, una sensación que solo cambió con el paso del tiempo. “Nunca había tenido ni un susto de embarazo”, recuerda, destacando que, en algunas etapas de su vida, se cuidó para evitarlo. Sin embargo, en una etapa determinada, llegó a un diagnóstico de infertilidad, lo que la llevó a congelar sus óvulos como medida preventiva.
En su narrativa la conductora de televisión explicó que le habían extirpado cuatro óvulos y le habían dicho que tenía que volver a sacarse más y contó que en una oportunidad tuvo que ir a una premier de una película aún con ese proceso, sufriendo mucho y tuvo que ver cómo su barriga se le hinchaba. En esa situación, la actriz no solo afrontaba el dolor, sino el riesgo de una posible trombosis debido a la hinchazón y a las medias de compresión que utilizaba.
Finalmente, indicó que se rindió ante lo que el destino y Dios pudieran tener reservado para ella. “Lo solté todo, dije, a lo que Dios quiera, Dios lo mandó sin yo planificarlo, sin buscarlo”, afirmó en sus declaraciones, añadiendo que luego dé, de manera milagrosa pudo recibir a su bebé.
