Latinos asisten a las urnas en Orange County

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Ramona López realmente no pensaba votar el día de las elecciones primarias pero su esposo fue el que la impulsó a asistir a las urnas. 

“Sinceramente, tenía miedo porque no hablo inglés”, dijo López. “Pero él me motivó a venir”. 

La mujer agregó que los trabajadores en el centro de votación en la sede de Suavecito en Santa Ana fueron muy amables y la ayudaron con el proceso. 

En las horas del mediodía en el condado de Orange pocas personas llegaron a los centros de votación, quizás debido a la votación por correo, aunque históricamente las elecciones primarias tienen muy poca participación.  

En las últimas elecciones primarias del 2020 en el condado de Orange, solo el 50.1% de los votantes registrados participaron, de acuerdo con resultados del registro electoral. 

De acuerdo con un estudio del Instituto de Estudios Sociales y Políticas de Yale en el 2017, la falta de votantes en las elecciones primarias es porque los ciudadanos ven la selección de candidatos más difícil y sus decisiones como menos importantes.  

En el mismo estudio, encontraron que los votantes están dispuestos a ceder a otros votantes que se preocupan más o tengan más conocimiento de las elecciones primarias. 

Los californianos que decidieron ayer ir a votar en el condado de Orange explicaron sus razones. 

William Beltrán dijo que viene de una familia de inmigrantes donde sus padres apoyaron su educación, pero fue difícil entender la política porque ellos trabajaban mucho. 

William Beltran posa por un retrato después de votar afuera del centro de votación en la sede de Suavecito en Santa Ana.

“Cuando tenía 18 años pude votar por la primera vez, pero solo lo hacía por hacerlo y no entendía realmente por qué debería votar”, explicó. 

Ahora, a sus 30 años, Beltrán dice que disfruta aprender y estudiar los candidatos, por eso, cuando fue a votar, dijo que se sentía tan emocionado como si fuera a un partido de los Lakers en la NBA. 

Beltrán agregó que hay muchos jóvenes que tienen el poder de votar y que no lo hacen y piensa que podrían hacer una diferencia en el país si ejercen su derecho. 

Por otro lado, Rose Finnegan contó que desde que era joven sus padres siempre le inculcaron la política y dice que tal vez se necesita explicar a los jóvenes la importancia de participar y elegir a los gobernantes. 

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“Los jóvenes no son malos, solo pienso que no los están informado adecuadamente al nivel que nosotros fuimos informados por las generaciones pasadas”, indicó Finnegan. 

Finnegan agregó que fue su primera vez votando en persona porque toda su vida ha votado por correo y dijo que el proceso fue muy fácil y que los jóvenes no deben tener miedo a votar.  

El sueño de votar 

Afuera del centro de votación en el centro de recursos familiares en el Parque Ponderosa en Anaheim, Gabriel Santos espera a que los estudiantes salgan de la escuela para vender paletas y botanas. 

Gabriel Santos posa por un retrato afuera del centro de votación en el centro de recursos familiares en el Parque Ponderosa en Anaheim.

Santos, que originalmente es de Oaxaca, dice que le gustaría poder votar para sentir que el gobierno lo tomara más en cuenta.  

“Uno tiene miedo porque sabemos que si va a llegar una persona que es racista a lo mejor se nos puede complicar la situación o puede haber más deportaciones”, dijo Santos.  

Steve Jacobs dice que en su familia la política nunca fue tan importante pero siempre ha votado en las elecciones desde que tenía 18 años.  

“Cuando era niño me encantaba el presidente Kennedy”, dijo Jacobs. “Me acuerdo del día cuando le dispararon y corrí a mi casa llorando”. 

Jacobs dice que desde entonces le interesó ser participante como votante y también tiene experiencia trabajando en los centros de votación.  

En el 2016 trabajó con varios jóvenes y dice que estuvo orgulloso de ellos por involucrarse en el proceso.  

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