Todo está más cerca de resolverse. El Partido Popular Europeo (PPE) votará a favor de Teresa Ribera como nueva vicepresidenta de la Comisión Europea, a la espera de que concluya su comparecencia en el Congreso, y de esa manera quedará desbloqueado el nuevo Ejecutivo comunitario, toda vez que las piezas encajen, con los socialdemócratas votando a favor de Raffaele Fitto y del húngaro Oliver Valeryhi, las otras dos piezas del puzzle. De este modo, el líder del PPE en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, ha acabado cediendo eso sí en medio de la oposición del PP español, que ha confirmado su voto en contra.
Ese paso ha llegado, eso sí, rodeado de nuevos mensajes críticos por parte del PP. “Yo creo que es un mal nombramiento para España y un mal nombramiento para la Comisión Europea, pero eso es una responsabilidad del presidente, seguir insistiendo y persistiendo en una mala candidata”, expuso Alberto Núñez Feijóo en el Congreso, señalando directamente a Pedro Sánchez. Génova llevaba días pidiendo a Moncloa que pusiera otro nombre sobre la mesa de Von der Leyen. “Hay personas que asumen responsabilidades, hay personas que remodelan su Gobierno y hay personas que lo que hacen a los responsables es intentar promocionarlos en la UE. Son dos formas distintas de practicar la política”, sentenció, al tiempo que defendía que el PP prefiere “la política que consiste en intentar mejorar”.
El siguiente escalón en ese desbloqueo será un acuerdo a tres bandas entre populares, socialdemócratas y liberales que permita no solo la votación de los seis vicepresidentes de la Comisión, sino también llevar el Ejecutivo comunitario listo al pleno de la semana que viene en la Eurocámara en Estrasburgo, que tiene que dar la luz verde a todo el Colegio de Comisarios.
Las condiciones que le ponía el PPE a Ribera para darle su apoyo consistían en una dimisión si acababa “encausada” por su gestión de la DANA, pero en las filas conservadoras dan por hecho, según fuentes consultadas, que el proceso se alargaría tanto tiempo que al terminar “ella ya no sería ni comisaria”. Desde Génova, en cambio, llevan diez días pidiendo a Sánchez que proponga otro candidato porque creen que el papel de la vicepresidenta ante la catástrofe la “invalida” para tener un cargo en la UE.
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