Fue la sensación más extraña que he tenido jamás

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Ceri Roscoe-Roberts es una mujer de 43 años del noroeste de Gales, que el pasado mes de noviembre se llevó un premio de un millón de euros en el sorteo de Euromillones.

Esta mujer ha empleado gran parte de su premio en comprar una casa de huéspedes en Snowdonia con su esposo Paul, de 46 años, gerente de un campo de golf.

Sin embargo, ha explicado que desde que es millonaria, sus cinco hijos no han tenido más de lo que normalmente tendrían cuando llegan fechas como la Navidad y sus cumpleaños.

“Poder darles recuerdos es mucho más importante que comprarles regalos grandes y extravagantes”, razona la mujer para justificar su decisión y de su marido.

“Dejé mi trabajo y compramos una casa de huéspedes con todos los dormitorios en suite y un garaje. Ahora me despierto cada mañana y todavía me lleva un tiempo asimilar la realidad“, dice Roscoe-Roberts.

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Cuando se enteró de la noticia, su primera reacción fue volverse hacia su marido Paul y gritarle: “¡Somos millonarios!”. “Había algo que me decía cuando me desperté el sábado por la mañana que había ganado a lo grande en la Lotería Nacional“, dijo.

“¡Fue la sensación más extraña que he tenido jamás! Cogí el teléfono y miré mis correos electrónicos y había uno que decía que había novedades sobre mi billete”, prosigue. “Inicié sesión en mi cuenta de Lotería Nacional y allí estaba la confirmación: ¡realmente era millonaria!“, dice.

Pero en declaraciones recogidas por la BBC, dice que su vida no ha cambiado tanto. “Sigo sin ir de compras a un sitio si sé que en otro es más barato. No creo que eso cambie nunca”, explica. 

“A los dos nos encanta nuestro trabajo, así que no tenemos intención de dejar de trabajar. Pero una casa más grande para toda la familia está definitivamente en la lista de compras; es algo que hemos deseado durante mucho tiempo. ¡Y ahora tenemos la posibilidad de comprar la casa de nuestros sueños!”, concluye.

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