El rey Felipe VI ha llegado a Cuenca, en el sur de Ecuador, para participar en la XXIX Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno que se inaugura este jueves y a la que asisten delegados de una veintena de países unidos por la ‘innovación, inclusión y sostenibilidad’ de la comunidad iberoamericana.
A su llegada al aeropuerto de Cuenca, ciudad situada en el sur de los Andes ecuatorianos, el rey fue recibido por el gobernador de la región de Azuay, Luis Santiago Malo; el embajador de España en Ecuador, Enrique Erik Yturriaga; la directora de Protocolo de la República de Ecuador, Verónica Peña, y el jefe de la región militar, Manuel Dávila, entre otras autoridades.
Poco antes de la llegada del rey, al que acompaña el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, aterrizó también en esta ciudad ecuatoriana el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
Sólo otros dos jefes de Estado, el de Paraguay, Santiago Peña; y el del país anfitrión, Daniel Noboa, junto al jefe del Ejecutivo de Andorra, Xavier Espot, asisten a esta cumbre, la que tendrá la representación más baja desde que comenzaron a celebrarse este tipo de foros en 1991.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, es uno de los ausentes en Cuenca, donde no ha acudido para atender en España la gestión de los efectos de las inundaciones por la dana en la Comunidad Valenciana.
El jueves, el rey visitará las instalaciones de las Escuelas de Fútbol en el Complejo Deportivo La Gloria, donde se desarrolla una iniciativa para la inserción de niños y jóvenes en educación en valores mediante el deporte, desarrollada por la ONG ecuatoriana ‘Junta de Beneficencia de Guayaquil’ e impulsada por el Club Atlético de Madrid, cuyo presidente, Enrique Cerezo, también asistirá.
Felipe VI asistirá posteriormente a la presentación de la Tarjeta Iberoamericana de Discapacidad, un instrumento que ofrecerá un marco regional de reconocimiento de derechos a las personas con discapacidad en Iberoamérica, una iniciativa organizada por la Secretaría General Iberoamericana (Segib) y la ONCE.
Un carta que facilitará la movilidad, el acceso a la cultura, al deporte, a servicios de información y comunicación accesibles y al disfrute del turismo por parte de las personas con discapacidad entre los países de la región iberoamericana, en igualdad de condiciones con las demás personas.
Asimismo, el rey clausurará el XV Encuentro Empresarial Iberoamericano que tiene lugar en la ciudad de Cuenca, donde se aprobará un Manifiesto por la empleabilidad, se entregarán los Premios Iberoamericanos de Calidad y se traspasará la presidencia del Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) a Antonio Garamendi, presidente de la CEOE y asistirá, junto con Albares, al acto de inauguración de la XXIX Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno en el Museo Pumpapongo, así como a la cena de inauguración ofrecida por el presidente de Ecuador.
Una cumbre que tiene en su agenda temas centrales la seguridad, la movilidad humana, la homologación de títulos universitarios y la financiación al desarrollo.
Al día siguiente, el viernes, y tras mantener una reunión con el presidente de Paraguay, Santiago Peña, el rey intervendrá en la sesión plenaria que finalizará con el traspaso de la denominada Secretaria Pro Tempore al Reino de España, donde se desarrollará la próxima cumbre en 2026.
Por su parte, el ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación participará la noche de este miércoles en la cena de cancilleres, organizada por la canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld, y el jueves intervendrá en la reunión de Ministros de Asuntos Exteriores de Iberoamérica.
España fue elegida, por unanimidad, sede de la siguiente cumbre de tal forma que durante los próximos dos años será la encargada de organizar las conferencias iberoamericanas ministeriales, así como las reuniones de cancilleres y coordinadores nacionales y otros foros y encuentros preparatorios de la próxima cita.
