Los estudiantes de secundaria de Nueva York ya no tendrían que aprobar los exámenes Regents para obtener sus diplomas a partir del año escolar 2027-2028, según un cronograma propuesto por el Departamento de Educación del estado esta semana. Aunque todavía la Junta de Regentes necesita votar para adoptar el plan, antes de que pueda entrar en vigencia. La propuesta exige que esa votación se realice en 2027.
La autoridad educativa estatal recomendó eliminar estas pruebas, ya que algunos sectores han argumentado que son injustos para algunos estudiantes, incluidos aquellos con discapacidades y estudiantes de inglés.
Actualmente se requiere que los estudiantes aprueben exámenes especiales de una hora de duración en materias básicas: lengua y literatura inglesa, matemáticas, estudios sociales y ciencias.
Eso significa que los cursantes actuales de noveno grado, podrían no necesitar aprobar los exámenes para graduarse.
Se plantea que estudiantes aún podrían optar por tomar estas pruebas para graduarse, pero también se les darían nuevas formas de demostrar que son competentes en habilidades, como proyectos finales, presentaciones o “evaluaciones basadas en el desempeño”.
“Nuestro objetivo es brindar mayores oportunidades para que los niños aprendan y crezcan, sean escuchados y muestren sus habilidades y conocimientos”, dijo la comisionada de educación estatal Betty A. Rosa a medios locales.
Retrato del graduado
Con este plan, la autoridad estatal pretende hacer muchos mucho más que simplemente preparar a los estudiantes para graduarse.
La propuesta es descrita como una gran “transformación en la educación en Nueva York”, según un anuncio del departamento de educación.
Más adelante de este año escolar se espera que se publiquen más detalles sobre un plan de “retrato de un graduado” en desarrollo, que describiría varias formas en que los estudiantes podrían cumplir con los requisitos para terminar la secundaria, al demostrar competencia en áreas socioemocionales, resolución de problemas y alfabetización en materias clave.
Nueva York es uno de los pocos estados que todavía aplican estos exámenes.
Las investigaciones de varias organizaciones educativas indican que en realidad “no contribuyen a promover el rendimiento de los estudiantes, ni a aumentar su potencial de ingresos y pueden conducir a tasas más altas de deserción escolar”, reportó el medio digital Chalkbeat.
Muchos educadores y defensores han aplaudido este plan, para reducir la influencia de los exámenes Regents, argumentando que no evalúan adecuadamente las habilidades y obligan a los maestros a centrarse en la memorización y representan obstáculos innecesarios para los estudiantes con discapacidades y los estudiantes de inglés.
