El expresidente Donald Trump es de nuevo presidente de los Estados Unidos. Lo es de momento electo y en enero ya de facto. Los norteamericanos le han preferido a la demócrata Kamala Harris. De modo que Trump regresa al despacho oval de la Casa Blanca para ejercer como el 47º presidente de EEUU.
Se prepara ya el traspaso de poderes. El equipo del presidente saliente, Joe Biden, comienza a negociar con el de Trump. Con sus presencias y sus ausencias ese equipo da ya pistas de cómo será el nuevo Ejecutivo; de quiénes serán los responsables de hacer (y deshacer) desde la Administración.
Susie Wiles, la sombra del nuevo presidente
El de jefe de gabinete en la Casa Blanca es uno de los cargos más importantes de la Administración estadounidense. Es la sombra del presidente y Trump ha escogido a una mujer. Se llama Susan Wiles y a sus 64 años se convierte en la primera mujer en ocupar ese cargo. En 2025, no habrá una mujer en la presidencia de EE UU pero sí detrás, justo detrás.
Susie es dura, inteligente, innovadora y es universalmente admirada y respetada”
Más conocida como Susie Wiles, Trump sólo tiene palabras de elogio para ella. “Susie es dura, inteligente, innovadora y es universalmente admirada y respetada”, ha dicho el presidente electo en un comunicado sobre Willes, que ha sido su directora de campaña. Lo dice porque gran parte del éxito de Trump en los comicios presidenciales (los de 2016 y los de ahora) es producto de la capacidad de esta mujer para desenvolverse entre grupos de presión, abogados o periodistas.
Wiles tiene mérito. Ella es uno de los pocos altos cargos que ha sobrevivido a toda una campaña de Trump. Y ahora recibe su premio, por su inteligencia, capacidad, fidelidad y aguante. Pero que se prepare: durante su primer mandato, Trump nombró a varios jefes de gabinete y John Kelly, el que más estuvo en el cargo, acabó llamando fascista a su ex jefe.
Hija del jugador de la NFL y presentador deportivo Pat Summerall, Wiles trabajó en la oficina de Washington del representante neoyorquino Jack Kemp en la década de 1970. Después trabajó en la campaña de Ronald Reagan y en su Casa Blanca como programadora. Luego se trasladó a Florida, donde ha hecho gran parte de su carrera.
Asesoró a dos alcaldes de Jacksonville y trabajó para la diputada Tillie Fowler. A continuación, contribuyó a que el empresario Rick Scott ganara la gobernación. Tras gestionar brevemente la campaña presidencial del gobernador de Utah Jon Huntsman en 2012, dirigió la campaña de Trump en Florida en 2016, cuando su victoria en el estado le ayudó a hacerse con la Casa Blanca.
Dos años después, Wiles ayudó a que Ron DeSantis fuera elegido gobernador de Florida. Pero a partir de ese momnento se distanciaron. De modo que ella dejó a éste para, ya en 2020, dirigir la campaña estatal de Trump. Wiles acabó dirigiendo la campaña de las primarias del entonces presidente contra DeSantis, al que derrotó. Cuentan que Trump sabía cosas de DeSantis que sólo podían proceder de Wiles y su gente.
Ya en la campañana de 2024, evitó en gran medida ser el centro de atención. Incluso cuando Trump celebraba su victoria la madrugada del miércoles, se negó a tomar el micrófono para hablar. Lo suyo es trabajar. “Si salimos de la sala de conferencias después de una reunión y alguien deja basura sobre la mesa, Susie es la persona que la coge y la deposita en la papelera”, le ha contado a AP Chris LaCivita, que fue copresidente de la campaña junto con Wiles.
Los que suenan para el nuevo Gobierno de EEUU
A partir de Wiles irá saliendo el hilo del que sea el nuevo gabinete de Trump en su regreso al despacho oval. Se ocupan de ello Linda McMahon, ex directora ejecutiva de World Wrestling Entertainment, y Howard Lutnick, fundador de Cantor Fitzgerald, una empresa de servicios financieros. “Hay algunas personas que volverán (del primer mandato de Trump)… y gente nueva que se sumará al grupo”, dijo el miércoles a Fox Business Jason Miller, asesor principal de Trump.
¿Elon Musk?
¿De verdad, el hombre más rico del mundo va a ser un ministro del Gobierno de los EE UU? Elon Musk se ha dejado la garganta en la campaña de Trump y se ha comprometido a llevar su estilo de gestión a Washington. Se habló de que el dueño de X, Tesla y Space X sería algo así como jefe de un departamento de “Eficiencia Gubernamental”. Eso significa despidos, muchos despidos en la Administración federal.
Pero en los ultimos días, Trump parece haber descartado la posibilidad de que Musk tenga un papel, al menos oficial, en su Ejecutivo. “(Musk) no quiere convertirse en secretario de algo. Quiero decir, me encantaría tenerlo para ser honesto con usted… pero está haciendo un par de otras cosas”, dijo el político en un mitin en Arizona.
¿Asesor áulico? El megamillonario podría tener un papel, pero desde fuera del Gobierno. Esta semana, Lutnick, uno de los encargados de la transición, dijo en la CNN que Musk estaría “adyacente” al Ejecutivo. “Creo que adyacente a él y escribiendo software para el Gobierno y luego dando el software al Gobierno y ayudando al Gobierno”, dijo.
Secretario de Estado
Marco Rubio, senador de Florida, es mencionado por muchos como potencial secretario de Estado. “Siempre estoy interesado en servir a este país”, dijo el miércoles. Rubio fue finalista para convertirse en compañero de fórmula de Trump.
Se habla también de Ric Grenell, un ex embajador en Alemania que también se trabajó como director interino de inteligencia nacional en la primera Administración Trump. “Si quieres evitar la guerra, más vale que tengas a un hijo de puta como secretario de Estado”, dijo en marzo de él.
También suena Mike Waltz, coronel retirado de las Fuerzas Especiales de la Guardia Nacional, que ha aparecido con frecuencia en televisión apoyando a Trump. Los medios de comunicación estadounidenses también le mencionan como aspirante a secretario de Defensa.
Secretario de Defensa
El mes pasado, Trump dijo que estaba barajando cuatro o cinco opciones para secretario de Defensa. Mike Pompeo, ex secretario de Estado y ex director de la CIA, es uno de ellos. De hecho, fue mencionado por Trump en uno de sus últimos actos de campaña el pasado lunes.
Pompeo presentó su propia candidatura presidencial en 2024, pero desde entonces ha salido en apoyo del ya presidente. Es un halcón. En el primer Gobierno de Trump, apoyó intensamente a Israel y es un defensor de Ucrania, conflicto para el que propone una postura más agresiva contra Rusia.
Jefe de la CIA
Kash Patel, hijo de inmigrantes indios y autor de un libro sobre el llamado Estado profundo, ha sido mencionado como futuro jefe de la CIA, al igual que el senador ultraconservador de Texas John Ratcliffe, ex director de inteligencia nacional de Trump.
Fiscal General
El Washington Post informó el miércoles que para el cargo de Fiscal General suenan los senadores republicanos Mike Lee, Eric Schmitt y John Ratcliffe (otra vez). Al elegido le espera mucho trabajo en la frontera con las deportaciones masivas de inmigrantes que ha prometido el presidente electo en campaña.
Secretario de Sanidad
Trump le ha prometido a Robert Kennedy Jr., sobrino del ex presidente John F. Kennedy y veterano de las teorías conspirativas, un “papel importante” tras apoyarle en la campaña. En un mitin esta semana, Trump dijo que le dejaría “hacer lo que quisiera” con la salud de las mujeres si llega a la Casa Blanca. El presidente electo ha insinuado funciones muy variadas para este teórico de la conspiración antivacunas, entre ellas permitirle al escéptico de las vacunas “volverse loco por la salud”.
Secretario del Tesoro
Suenan varios nombres para la cartera económica. Uno es John Paulson, un multimillonario gestor y asesor de fondos de cobertura. Otro, Scott Bessent, otro multimillonario y también administrador de fondos clave. También, Robert Lighthizer, ex representante de Comercio de EEUU, figura clave en el primer mandato de Trump y entusiasta de los aranceles. Finalmente, Howard Lutnick, el negociador de la transición de poderes, ferviente proisraelí (que decidió implicarse más activamente en la campaña de Trump tras la masacre de Hamás del 7 de octubre).
Otros nombres
El ex presentador de Fox News, Tucker Carlson, podría estar interesado en algún “ministerio”. También, la ex congresista demócrata de Hawái, Tulsi Gabbard, por haber apoyardo a Trump.