El presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, ha comparecido este jueves en los jardines de la Casa Blanca para hacer un balance de las elecciones y prometer una transición pacífica con “el presidente electo Donald Trump“, al que ha llamado para felicitarle por la victoria. El actual mandatario ha hecho un discurso basado en la confianza en el sistema y ha pedido rebajar la tensión política y “no amar a tu país solo cuando ganas”, repitiendo una frase que ha utilizado en ocasiones anteriores para referirse a las teorías falsas de fraude que el propio Trump vertió contra él en 2020.
“Aceptamos la elección que el país ha hecho. He dicho muchas veces que uno no puede amar a su país solo cuando gana. No puedes amar a tu vecino solo cuando estas de acuerdo en todo. Espero que seamos capaces de hacer esto a pesar de a quién hayas votado”, ha dicho Biden en su primera intervención ante la prensa desde la victoria de Trump.
Biden también ha reconocido haber hablado con la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, de la que ha dicho que ha realizado “una campaña inspiradora”. “Ha dado todo su corazón y esfuerzo y ella y su equipo entero deberían estar orgullosos de la campaña que han hecho“, ha incidido el mandatario, aunque a pesar de todo la victoria haya ido para Trump: “Sé que para algunos ahora es tiempo de victoria, pero para otros es una derrota; el país elige una cosa o la otra, y hay que aceptarlo”.
El presidente ha pedido “bajar la temperatura política” y ha insistido en “la integridad del sistema electoral estadounidense” y lo ha calificado de “justo, honesto y transparente”: “Podemos fiarnos del sistema tanto si ganamos como si perdemos”. Sobre la situación en la que se queda su partido, Biden ha reconocido que “se ha perdido una batalla” pero que “el Estados Unidos de sus sueños está pidiendo que se pongan de pie de nuevo”. “Los reveses son inevitables, pero rendirse es imperdonable. Todos caemos, pero el verdadero carácter, como decía mi padre, se mide por la rapidez con la que nos levantamos”, ha aseverado.
Trump diseña su equipo para la Casa Blanca
Mientras tanto, Donald Trump ya ha comenzado a dar forma a los decretos que firmará en su primer día en el poder, incluido uno sobre la inmigración en la frontera con México, según The Washington Post y Politico. Además, estos medios aseguran que el presidente electo también estaría eligiendo a su Gabinete y al equipo que le asesorará en la Casa Blanca.
Trump planea promulgar en su “primer día” sendos decretos para “cerrar” la frontera con México e impulsar la perforación de petróleo para rebajar los precios, dijo Jason Miller, asesor del presidente electo, a Politico. El asesor no dio detalles sobre qué implicaría ese supuesto “cierre” de la frontera, si supondría clausurar los puertos legales de entrada o aumentar la seguridad en esa porosa zona limítrofe, que abarca más de 3.000 kilómetros. Trump ya adelantó esta semana que “el primer día” de su mandato amenazará a México con aranceles del 25% a todas sus importaciones si no para la “llegada de criminales y drogas al país”, algo que podría suponer una violación del tratado comercial T-MEC.
Sobre los nombres que acompañarán a Trump es su segunda legislatura, la campaña del presidente electo empezó este miércoles a debatir en serio posibles nombres para conformar su equipo de gobierno. El multimillonario Elon Musk y el presentador televisivo Tucker Carlson pasaron este miércoles el día con Trump en su casa de Mar-a-Lago, por lo que podrían influir en esas primeras medidas y en la selección de su gabinete, para cuya confirmación no se esperan trabas, gracias a la mayoría republicana en el Senado.
Uno de los nombres que podrían estar en ese Gabinete es el del senador republicano Marco Rubio, uno de los favoritos para convertirse en secretario de Estado, según The Washington Post. El legislador hispano por Florida, de origen cubano, tuvo una notable influencia en la política hacia Latinoamérica durante el primer mandato de Trump, dado su poder en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, y este año estuvo entre los aspirantes a vicepresidente en la campaña republicana.
También suenan como posibles jefes de la diplomacia estadounidense el exdirector de inteligencia nacional Rick Grenell, muy cercano a Trump y que fue embajador en Alemania entre 2018 y 2020, y el senador Bill Hagerty, que fue embajador en Japón, de acuerdo con Politico. Para el cargo de secretario del Tesoro se barajan los nombres del inversor multimillonario John Paulson, conocido por haber amasado una enorme fortuna al adelantarse a la crisis financiera de 2008, y del actual asesor económico del presidente electo, el inversor Scott Bessent, indica el Post. Así mismo, el senador republicano Tom Cotton podría convertirse en secretario de Defensa, mientras que se espera que el candidato independiente Robert Kennedy Jr., conocido por su postura antivacunas, tenga un papel relacionado con sanidad o regulación de los medicamentos y alimentos del país.