Si la gobernadora Kathy Hochul no define pronto la implementación de la tarifa por congestión, lo más probable es que el nuevo gobierno cancele del todo el controversial peaje para los autos que transitan al sur de la calle 60 ingresando a Manhattan.
Así lo ha asegurado el presidente electo Donald Trump a través de redes sociales desde hace varios meses.
La gobernadora dice estar consciente de que el tiempo corre y que está planificando posibles escenarios postelectorales.
“Conocemos nuestro marco de tiempo mejor que nadie. Hablé con la Casa Blanca sobre esto hace pocos días y entienden nuestra necesidad de tomar medidas afirmativas para garantizar que nada comprometa a la MTA”, dijo Hochul.
Sin embargo, financiar la agencia es una carga pesada, ya que de alguna manera se tiene que llenar el déficit de $15 mil millones que dejaría la suspensión definitiva de la controversial tarifa.
En cuanto al nuevo gobierno de Trump, hay serias dudas sobre cuánto apoyo financiero daría a la MTA pues durante la última administración del exmandatario, se retrasó la revisión ambiental de la tarifa de congestión y se otorgaron menos de $80 millones en subvenciones a la MTA, en comparación con aproximadamente $4 mil millones que hasta el momento le ha otorgado la administración Biden.
Es por eso que ahora quienes abogan por esta tarifa le están exigiendo más que nunca a la gobernadora que reanude la implementación del plan.
“La gobernadora tiene la oportunidad de dar un paso al frente y es ahora o nunca”, dijo Lisa Daglian, directora ejecutiva, Comité Ciudadano Asesor Permanente de la MTA. “El próximo programa de capital cuenta con unos 14.000 millones de dólares del gobierno federal para financiar al sistema, pero no es suficiente para cubrirlo todo, sin los recaudos de la tarifa por congestión, por ejemplo, hay 23 proyectos de accesibilidad en estaciones que acaban de ser recortados”.
Por su parte, algunos residentes en Sunset Park opinan que la responsabilidad no cae solo sobre el gobierno federal.
“Entre ellos más cogen, más necesitan y más piden y más piden. Pero el servicio sigue siendo más pobre y más pobre y más pobre. El problema no es de dinero, el problema es de administración”, dijo Arsenio De La Rosa.
“También depende de los congresistas. Los congresistas, los que están por los estados de Brooklyn, de Queens, de El Bronx, de ellos también depende en buscar los fondos para la ciudad”, agregó Sergio Bolívar Quille.
Lo cierto es que la decisión de la gobernadora sobre la implementación de la tarifa por congestión debe tomarse pronto, de lo contrario, las posibilidades de que sobreviva el plan al segundo mandato de Trump, que comienza el 20 de enero, son muy bajas.
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