Las encuestas vaticinaban un duelo frenético entre Kamala Harris y Donald Trump para las elecciones de este martes para nada salió como se esperaba. Los sondeos subestimaron al republicano que vuelve a la Casa Blanca después de recibir más de 71 millones de votos populares (frente a los 66 millones de Harris) y con una mayoría arrasadora en votos electorales, recuperando para el Partido Republicano el control del Senado y previsiblemente el de la Cámara de Representantes.
“Es una victoria política que nuestro país nunca ha visto antes, nada como esto”, se felicitaba este miércoles el ya presidente electo. “Quiero agradecer al pueblo estadounidense por el extraordinario honor de ser elegido su 47 presidente”, agregaba, a la vez que anunciaba la llegada de “la era dorada” al país para, finalmente, lanzar de pleno el lema principal de su campaña: “Haremos a Estados Unidos grandioso de nuevo (Make America Great Again)”.
Ni la acusación de 34 delitos de falsificación de documentos que le ha encumbrado como el primer presidente de la historia del país en ser condenado, ni sus constantes ataques a la población migrante han impedido que Trump se haga con los siete estados bisagra y que regrese victorioso, y con mucha diferencia, al Despacho Oval. Un vuelta a la presidencia marcada por los dos intentos de asesinato durante la campaña y también por su negación de la victoria de Joe Biden en los anteriores comicios, situaciones que han convencido a un perfil de votante muy concreto: hombre blanco, casado, conservador y de baja renta.
Según las encuestas a pie de urna a 22.914 electores realizadas por la cadena de televisión CNN, el magnate se lleva de calle a los votantes de raza blanca, hombres y mujeres, entre los 45 y 64 años (53%), casados (55%) y de ideología conservadora (59%). Además, de esos más de 71 millones, alrededor de 49 han sido hombres blancos, lo que supone un 59% del total de sus simpatizantes. Ellos, además, suben los porcentajes en cuanto al matrimonio (59% frente a un 50% de las mujeres que le han votado), la ideología conservadora (90% frente a un 88%) o la renta baja (57% frente a un 44%).
Un 18% más de latinos
Según otra encuesta realizada por la National Election Pool (NEP) a 16.604 personas, en total, el 53% de los latinos dijeron que votarían por la candidata demócrata frente al 45% que afirmó que votaría por el republicano. Sin embargo, si se divide el voto por sexos, el apoyo latino a Trump es especialmente fuerte entre los hombres hasta el punto de que supera a Harris, algo que ha ido subiendo desde el año 2016.
El 54% de los hombres de América Latina encuestados votó a Trump, 18 puntos más que en las elecciones pasadas, frente al 44% de las mujeres. La CNN, en cambio, baja el porcentaje de féminas a un 37%. Los electores de origen latino suponen un 12% de todos los votantes de estas elecciones, es decir, 16,8 millones: de ellos, más de nueve millones se han decantado por el empresario. En 2020 Biden ganó en este grupo con un 59% frente al 36% de Trump.
Según AP, por su parte, aunque el grueso principal de simpatizantes de Trump sigue siendo la población blanca (55%), ha logrado un 15% de apoyo afroamericano y un 41% entre latinos, un aumento significativo respecto al 8% y 32% que logró en estos grupos en 2020.
Precisamente en la cúspide de las preocupaciones de los republicanos se encuentra la inmigración con un 89% y que se alza hasta el 91% en el caso de los hombres. Según la CNN, los votantes de Trump abogan porque los inmigrantes sin papeles sean directamente deportados del país (86%), un punto más (87%) si se pone el foco en la opinión de los hombres latinos.
La economía y el aborto
Por otro lado, entre los llamados trumpistas existe un descontento generalizado por el devenir económico del país, la segunda preocupación. Según comentaba un votante republicano a 20minutos antes de la celebración de las elecciones, el republicano es un “businessman (hombre de negocios) al que le gusta innovar, que la economía fluya, todo lo que sea al libre comercio…”. Así, un 69% de sus electores cree que actualmente, bajo el mandato de Biden, la economía no es buena por la elevada inflación, siendo para el 81% de los hombres y el 77% de las mujeres uno de los mayores problemas.
Además, entre el perfil más allegado al magnate se encuentran los que están a favor de la prohibición del aborto, uno de los puntos clave de la campaña que ha dividido a los dos candidatos. Para un 91% del total de votantes de Trump de estos comicios la interrupción del embarazo debería ser ilegal en la mayoría de los casos, ilegal por completo para un 87%. Los porcentajes suben si se centra solo en el votante masculino con un 93 y 92% respectivamente frente al 88% y 84% de las mujeres.
Otro de los factores que ha perfilado el triunfo de Trump ha sido su capacidad para recuperar parte del respaldo perdido en 2020 en zonas rurales, tradicionalmente favorables a los republicanos, en comparación con las áreas urbanas, que tienden a apoyar a los demócratas. La encuesta de CNN indica que el 63% de los electores en áreas rurales se han decantado por él y que solo el 36% lo ha hecho por Harris. En las zonas urbanas, en cambio, Harris se ha hecho con el 60% frente al 37% de Trump. Los suburbios, áreas residenciales a las afueras de las ciudades y a menudo campo de batalla electoral, se han mantenido divididos: Trump ha conseguido el 50% del apoyo, frente al 48% de Harris.
Otro de los pilares que ha cimentado la victoria republicana es el apoyo constante a Trump de votantes sin título universitario. Según AP, más de la mitad de ellos respaldaron a Trump, mientras que alrededor de la mitad de quienes tienen estudios universitarios votaron por Harris. No obstante, los datos de CNN sugieren un cambio importante entre votantes blancos con título universitario, quienes en 2016 apoyaron a Trump por un margen estrecho. En estas elecciones, Harris obtuvo el 54% de su respaldo, superando a Trump por 10 puntos.