En España es fácil identificar a qué partidos políticos se asocian algunos símbolos, como la gaviota del Partido Popular o el puño y la rosa del PSOE. De manera similar, en Estados Unidos, los ciudadanos rápidamente asocian al Partido Republicano con un elefante y al Partido Demócrata con un burro. Sin embargo, a diferencia del elefante, el burro no es un símbolo oficial del Partido Demócrata, aunque desde hace más de un siglo se utiliza de manera generalizada en la política estadounidense.
El Partido Demócrata, fundado en 1828 para apoyar la candidatura de Andrew Jackson, es el partido político activo más antiguo del mundo. En sus inicios representaba los intereses de los estados esclavistas y defendía la expansión territorial, pero a lo largo del tiempo ha adoptado una postura más progresista. Desde la elección de Franklin D. Roosevelt en 1932, el partido ha sido defensor de políticas sociales que incluyen el acceso a la cobertura médica, el seguro de desempleo y un enfoque más amplio de liberalismo moderno.
Origen del burro demócrata
El uso del burro como símbolo del Partido Demócrata nace en la campaña presidencial de Andrew Jackson en 1828. Jackson era conocido por su carácter populista, y su lema (‘Que el pueblo gobierne’) reflejaba su deseo de representar a las clases trabajadoras frente a las élites. Sus oponentes, mientras tanto, trataban de ridiculizarlo llamándolo ‘burro’, debido a su postura obstinada y su insistencia en determinadas políticas.
Lejos de sentirse insultado, Jackson decidió adoptar al équido doméstico como símbolo de su campaña en las elecciones de Estados Unidos, utilizando su imagen en carteles electorales. De esta manera, lo transformó en un emblema que representaba su determinación y su conexión con el pueblo llano. Durante su presidencia, el burro continuó siendo utilizado por sus detractores para destacar su supuesta terquedad.
Las caricaturas de Thomas Nast
El vínculo entre el burro y los demócratas ganó aún más relevancia gracias a Thomas Nast, el famoso caricaturista político del siglo XIX. Nast, quien ya había popularizado el elefante como símbolo del Partido Republicano, utilizó el burro en diversas caricaturas para representar a los demócratas, muchas veces en contraste con los republicanos.
Una de las caricaturas más conocidas de Nast se publicó en Harper’s Weekly en 1870, donde se mostraba a un burro disfrazado de león, asustando a otros animales, incluido un elefante que representaba al Partido Republicano. En otra obra, publicada en 1879, dibujó a un burro a punto de caer en un abismo etiquetado como ‘caos financiero’, mientras el senador demócrata Thomas Bayard intentaba salvar al partido de una posible catástrofe económica sosteniendo al animal agarrado de la cola. El elefante, mientras tanto, ‘agoniza’ a poca distancia, ajeno a la crisis.
Esta ilustración, muy diferente a lo que hoy entendemos como caricaturas, fue la primera en mostrar juntos a los dos símbolos políticos en forma de animales, lo que consolidó su asociación con las dos ideologías.