El 5 de noviembre los estadounidenses están llamados a las urnas para elegir a su 47º presidente. Aunque hay más candidatos (a veces se nos olvida), en la práctica se trata de elegir entre demócratas o republicanos; entre Kamala Harris o Donald Trump.
Los sondeos son unánimes al señalar que puede ser los comicios más reñidos en la reciente historia de Estados Unidos. Hemos analizado los programas electorales de la demócrata y el republicano, y estas son sus propuestas para los principales problemas del país.
Inmigración y control de fronteras
Harris
En su día, prometió cerrar los centros privados de detención de inmigrantes y limitar las deportaciones. Ahora, su principal promesa es resucitar la ley bipartidista (que quedó aparcada) que iba a elevar el listón para que los solicitantes de asilo entrasen en el país legalmente. La ley iba a dar al presidente más poder para rechazar a los recién llegados si la inmigración no autorizada en la frontera alcanzaba un promedio de 5.000 encuentros al día durante siete días consecutivos.
Trump
Prometió deportar a todos los inmigrantes que viven ilegalmente en el país. Pero no lo hizo. Ahora, en 2024, lo vuelve a prometer. El candidato republicano quiere hacer deportaciones masivas, pero no especifica cómo. En abril, declaró que no descartaba construir campos de deportación masiva y el uso del ejército. Trump propone construir más kilómetros de muro en la frontera con México; suspender el programa de reasentamiento de refugiados; y revocar los visados de estudiante de extranjeros radicales antiamericanos y antisemitas.
Venta y tenencia de armas
Harris
El Partido Demócrata no quiere prohibir las armas de fuego, como dice Trump. Ni lo ha intentado Biden ni lo anuncia Harris. De hecho, la vicepresidenta tiene un arma en casa. Pero los demócratas sí están abiertos a limitar su venta. Harris plantea prohibir las armas de asalto y los cargadores de gran capacidad, y también de exigir la comprobación universal de antecedentes para la venta de armas. Pero a la vez ha declarado su apoyo a la Segunda Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege el derecho a portar armas.
Trump
El empresario metido a político ha presumido de no haber “hecho nada” para restringir el acceso a las armas de fuego durante su presidencia. Por lo tanto, nada de nuevos controles: Trump aboga por hacer cumplir los existentes. Los republicanos son partidarios de proteger los derechos constitucionales (la Segunda Enmienda) mientras se promueve la posesión segura de armas, pero no dicen cómo.
Aborto
Harris
No tiene dudas y defiende con pasión el derecho de las mujeres de EE UU al aborto. De hecho, la defensa de la salud reproductiva es uno de los ejes de su vicepresidencia y de su campaña presidencial. Según ella, la sentencia Dobbs (el fallo del Tribunal Supremo que supuso un revés para el derecho al aborto) ha creado una “realidad horrible y desgarradora”. Si gana, Harris se propone volver a poner en vigor las protecciones que el Tribunal Supremo eliminó.
Trump
Apoyó en su día el derecho al aborto, pero eso cambió con su candidatura a la Casa Blanca en 2016. De hecho, se atribuye el mérito de haber anulado el caso Roe contra Wade tras nombrar a tres jueces conservadores que votaron con la mayoría. Como presidente, defendió una prohibición federal de 20 semanas y que cada estado adopte su propio procedimiento. Se opone a que los contribuyentes financien los abortos.
Sanidad pública
Harris
Lucharé por un futuro “en el que todos podamos permitirnos la asistencia sanitaria”, decía Harris en su vídeo de presentación de campaña en julio. Ha intentado preservar la Ley de Asistencia Sanitaria Asequible (ACA) y luchar contra los intentos republicanos de derogarla. Una parte de sus subsidios expiran después de 2025 y Harris quiere su ampliación.
Trump
Luchó por eliminar la ACA, incluidas sus regulaciones sobre las aseguradoras y sus subsidios de cobertura. Consiguió eliminar la penalización del mandato individual por no tener seguro; flexibilizar algunas regulaciones de esa ley; y respaldó litigios para acabar con la ley. Más recientemente, ha suavizado su postura y ha dicho que simplemente quiere mejorar la ACA, no eliminarla.
Cambio climático
Harris
Apoyó la vuelta al acuerdo climático de París, al que la administración Biden se reincorporó nada más llegar. Ha apostado por prohibir las perforaciones en alta mar. También defendía el fin del fracking, aunque ahora no tanto. Propone tratar a las grandes empresas que contaminan como a las tabacaleras, es decir, demandarlas porque “están causando daños y muertes en las comunidades”.
Trump
El republicano sacó a EE UU del acuerdo climático de París; Biden consiguió que el país volviera a entrar; y Trump, si gana, pretende volver a retirarse del que es el principal tratado internacional sobre el clima. Y más: quiere recortar más las normativas aprobadas por la administración demócrata, esas que llama “políticas del Nuevo Trato Verde de la izquierda radical que están diseñadas para cerrar el desarrollo de los abundantes recursos energéticos de Estados Unidos”.
Coche eléctrico
Harris
Los demócratas pretenden hacer frente al cambio climático mediante la eliminación gradual de los vehículos de gasolina. Como vicepresidenta, Harris apoyó la Ley de Reducción de la Inflación, que incluía un importante gasto en energías limpias y créditos fiscales para los vehículos eléctricos (unos 370.000 millones de dólares).
Trump
Los esfuerzos de la administración Biden-Harris en esta materia son vistos por Trump como una amenaza para la industria automovilística y para toda la economía estadounidense. Promete derogar las normas y leyes que dan forma a los esfuerzos de los demócratas por promover el coche eléctrico. Dice que no está en contra de ellos, pero le parecen menos fiables que los de gasolina.
Combustibles fósiles
Harris
La Ley de Reducción de la Inflación de la administración Biden-Harris representó la mayor inyección de dinero público en iniciativas climáticas y de energía limpia. Harris apoyó esta ley —fue el voto de desempate en el Senado— que proporcionó millones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 40% por debajo de sus niveles de 2005 para finales de esta década. Pero de reducir la producción de petróleo no ha dicho nada (EEUU es el mayor productor mundial).
Trump
Favorece estos combustibles frente a las energías renovables. Su eslogan es Drill, baby, drill (“Perfora, nena, perfora”), en referencia a los pozos petrolíferos, que espera multiplicar si vuelve al despacho oval. También se propone “eliminar toda la burocracia” en torno a los proyectos de petróleo y gas natural.
LGTBQ
Harris
Lleva apoyando desde hace tiempo los derechos de los transexuales y se ha ganado los elogios del colectivo LGBTQ. Cuando era fiscal de distrito en San Francisco persiguió la violencia contra estas personas como delitos de odio. La administración Biden-Harris amplió las protecciones del Título IX de las Enmiendas Educativas de 1972 para incluir a las personas trans.
Trump
Se opone a ampliar los derechos de los transexuales. Ha prometido utilizar el poder federal para detener la atención de afirmación de género para menores, que equipara con “abuso infantil”. Pretende Trump que los maestros que discutan la transición de género con los estudiantes sufran las consecuencias.
Israel y Gaza
Harris
A grandes rasgos, la candidata demócrata respalda lo hecho por el actual presidente ante la guerra de Israel contra la Franja de Gaza. Esto es, ayudar a negociar un alto el fuego pero sin dejar de enviar al arsenal israelí millones y millones en armas. Harris defiende el derecho de Israel a la autodefensa y a conseguir la eliminación de Hamás, pero ha dado muestras de estar más en línea con los progresistas que Biden. En marzo, calificó la situación en Gaza de “catástrofe humanitaria” y pidió un alto el fuego inmediato, aunque temporal.
Trump
Trump insiste en que el ataque de Hamás a Israel del 7 de octubre nunca hubiera ocurrido con él en la presidencia. El repuplicano habla de acabar rápidamente con la guerra, pero no dice cómo, ni verbaliza un plan de paz para toda la región. El expresidente no ha mostrado ningún tipo de apoyo al pueblo palestino y sus críticas a Israel se han limitado a sus problemas de relaciones públicas.
Rusia y Ucrania
Harris
La administración Biden ha armado a Ucrania frente a la invasión rusa y Harris ha respaldado esos esfuerzos y la opinión de que el mantenimiento de la ayuda militar a Ucrania reforzará la posición negociadora del país en el caso de que Moscú acceda a mantener verdaderas conversaciones de paz. Opina Harris que si se le permite a Rusia salirse con la suya, Putin podría envalentonarse y atacar otros países.
Trump
Con él Hamás no hubiera atentado contra Israel y con él la guerra entre Ucrania y Rusia duraría 24 horas. Pero no ha dicho cómo. En septiembre, dijo que no quería revelar su plan con el fin de preservar sus “fichas de negociación”. A principios de este año, Trump abrazó la idea de dar ayuda adicional a Ucrania en forma de “préstamo”en lugar de “regalo”.
La relación con China
Harris
Quiere que las alianzas de EEUU en el Indo-Pacífico sean contrapeso de lo que la Casa Blanca califica de comportamiento “agresivo” de Pekín en el Mar de China Meridional. En ese sentido, ha respaldado las severas restricciones a la exportación China de semiconductores avanzados y los equipos utilizados para fabricarlos. Detrás está el fantasma del espionaje. No está claro si Harris está dispuesta a respaldar la opinión de Biden de que EE UU acudiría en defensa de Taiwán si fuera atacado por China.
Trump
Quiere aranceles elevados para todo lo que China quiera vender a los estadounidenses. En una entrevista en febrero, dijo que si es elegido impondría aranceles de al menos el 60% a los productos chinos. De defender a Taiwán con medidas militares no ha dicho nada. Asegura Trump que si vuelve a gobernar prohibirá a China hacerse con la propiedad de lo que él llama “infraestructuras críticas”.