Un ex alto directivo de una empresa energética rusa ha sido encontrado muerto en Moscú. Según las primeras informaciones, Mikhail Rogachev, de 64 años, se había caído desde una ventana de su casa desde una altura de 33 metros.
Rogachev había sido vicepresidente de Yukos, un gigante petrolero que se había opuesto a Vladimir Putin y que el dictador obligó a cerrar, tal y como informa el Mirror.
Mikhail Rogachev también tuvo una distinguida carrera como director ejecutivo del grupo Onexim y, más tarde, director general adjunto del gigante minero Norilsk Nickel.
Las primeras informaciones en los medios de comunicación de Moscú dijeron que Rogachev sufría de “una forma grave de cáncer”, pero su entorno los negó rotundamente, según el canal de Telegram VCHK-OGPU, que tiene vínculos con las fuerzas del orden y los servicios de seguridad.
Sus familiares insisten en que no había señales de que fuera suicida y que estaba de “buen humor” poco antes de su muerte. Su cuerpo fue encontrado en el patio de su apartamento en el décimo piso por un empleado del SVR vinculado a un ex jefe de espionaje ruso.
Era el chófer personal de Sergei Vinokurov, ex subdirector del servicio de inteligencia exterior. El agente del SVR dijo que había estado paseando al perro de su jefe cuando vio el cuerpo.
Rogachev “había desayunado con sus familiares, estaba de buen humor y luego su cuerpo fue encontrado bajo las ventanas de su casa“, informó VCHK-OGPU. En su cuarto de baño se encontraron algunas hojas manuscritas y mecanografiadas de una posible carta de suicidio.
Su pérdida es “otra en una cadena de extrañas muertes en la industria del petróleo y el gas en Rusia”, informa el canal de Telegram Borusio.