La Casa Blanca ha publicado este domingo una evaluación médica de la vicepresidenta y candidata a la Presidencia por el Partido Demócrata, Kamala Harris, que destaca su “excelente salud” y concluye que “posee la capacidad física y mental para ejecutar las tareas de la Presidencia”, entre ellas la Comandancia de las Fuerzas Armadas y la Jefatura del Estado.
El informe está firmado por el médico personal de la vicepresidenta, el doctor Joshua Simmons, y no presenta ningún tipo de anormalidades en la paciente más allá de “brotes alérgicos y de urticaria” que han mejorado “dramáticamente” durante los últimos tres años hasta el punto de que Harris, de 59 años, no necesita emplear nada más que un espray para la rinitis.
De acuerdo con el examen médico, efectuado en abril de este año, Harris está al día de sus mamografías y sus exámenes de colon, dato importante este último por el “destacado historial de cáncer en la familia de la candidata, por parte de madre”.
La salud de los candidatos a las elecciones ha terminado pasando, en cierto modo, a un segundo plano tras la retirada del presidente Joe Biden de la carrera electoral. Con esta decisión, los republicanos y su candidato, Donald Trump, perdieron una vía de ataque contra el veterano mandatario, de 81 años.
No obstante, un alto funcionario de la campaña de Harris ha indicado a la cadena ABC News, bajo condición de anonimato, que la publicación de este informe es vista por el equipo de la vicepresidenta como “una oportunidad para destacar la falta de transparencia de Trump y las preocupaciones sobre su edad”.
El expresidente Trump, de 78 años, se negó a publicar su historial médico pormenorizado durante la campaña presidencial de 2016 y, a pesar de las recientes promesas de publicar un examen médico completo, sigue sin hacerlo. La última actualización de salud del expresidente ha tenido lugar este mes de manos de su médico, quien se limitó a indicar que su salud es “excelente” y que sus exámenes cognitivos fueron “excepcionales”.
