Ante lo reñida que luce la carrera por ganar la Casa Blanca, el expresidente Barack Obama tiene programado visitar estados clave en busca de votos que fortalezcan la campaña de Kamala Harris.
El demócrata de 63 años planea arrancar en Pittsburgh, el 10 de octubre y después se presentará en otras entidades durante los días previos a las elecciones.
De hecho, el vínculo afectivo entre el exmandatario de la nación y la vicepresidenta en funciones inició dos décadas atrás cuando él se postulaba para el Senado.
Después, en 2008, cuando el hawaiano puso en marcha su candidatura presidencial, la californiana fue una de las mujeres que lo apoyó tocando puertas en Iowa para conseguirle votos antes de las primarias.
De ahí se desprende que Barack Hussein Obama II y su esposa Michelle ahora le estén devolviendo el favor, sobre todo después de atestiguar cómo se fue a pique la popularidad de Joe Biden al grado de renunciar a sus aspiraciones de reelegirse.
De hecho, en agosto, los Obama pronunciaron algunos de los discursos de respaldo hacia Harris durante la Convención Nacional Demócrata efectuada en Chicago.
Posteriormente, el expresidente organizó una recaudación de fondos en Los Ángeles, a través de la cual consiguió $4,000,000 de dólares en favor de la mujer que aspira a convertirse en la primera mujer en gobernar a la nación.
A medida que las campañas presidenciales entran a la recta final, las encuestas continúan mostrando un porcentaje significativo de ciudadanos indecisos sobre a quién respaldar y eso abre la posibilidad de que sean ellos quienes, el 5 de noviembre, definan al ganador de los comicios.
Hasta el momento, los sondeos proyectan a Kamala Harris tiene una ventaja promedio de hasta tres puntos a nivel nacional, pero en elecciones anteriores otros candidatos que habían llegado hasta con cinco puntos de superioridad, terminaron siendo derrotados al momento de emitirse el voto ciudadano.
Es por ello, que los demócratas pretenden cerrar fuerte incluso con una millonaria compra de publicidad dirigida a estados donde su panorama no es tan sólido como desearían, sobre todo después de la floja actuación de Timothy James Walz, compañero de fórmula de Kamala Harris, durante el debate sostenido frente al republicano James David Vance.
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