Las autoridades de la región rusa de Kamchatka llevaron a cabo este miércoles una operación de rescate de una familia de orcas. Los animales habían quedado varados a orillas del mar de Ojotsk debido a la marea baja, según informó el Ministerio de Emergencias de Rusia.
“Dos orcas adultas y dos crías quedaron varadas en la costa del mar de Ojotsk, junto a la localidad de Ustievoie, debido a la marea baja y la poca profundidad de las aguas“, declaró el ministro de Emergencias, Serguéi Lébedev, en un vídeo publicado en Telegram. En él, se muestra a varias personas, con el agua por debajo de las rodillas, que mojan a los animales para mantenerlos con vida.
Según Emergencias, en la operación de rescate participaron más de 30 personas, entre rescatistas y voluntarios locales. Con el comienzo de la marea alta las orcas fueron en un principio trasladadas “a un lugar más profundo” para que pudieran nadar rumbo a alta mar cuando la marea subiera.
![Perro herido tras ser atropellado por una persona en Hellín..REMITIDA / HANDOUT por Guardia Civil..Fotografía remitida a medios de comunicación exclusivamente para ilustrar la noticia a la que hace referencia la imagen, y citando la procedencia de la imagen en la firma..02/10/2024 [[[EP]]]](https://imagenes.20minutos.es/uploads/imagenes/2024/10/02/perro-herido-tras-ser-51473688.jpeg)
“Todo esto se hace a mano, el fondo está cubierto de limo y no se puede utilizar equipamiento especial”, añadió Lébedev. Finalmente, el nivel del agua subió lo suficientemente para que los cuatro mamíferos pudieran nadar por sí mismos.
“Les acompaña una lancha. Les deseo suerte, espero que hallen el camino hacia su libertad“, concluyó el ministro. Las orcas serán seguidas hasta que abandonen la desembocadura del río Vorovski.
Rusia prohíbe la captura de mamíferos marinos para fines educativos o recreativos desde principios de 2019. Esta norma se aplicó tras el escándalo de la “cárcel de ballenas”, en la que se encontraban retenidas casi un centenar de orcas y belugas para su venta a acuarios chinos.
Este episodio se convirtió en un grave problema de imagen para el presidente ruso, Vladímir Putin, que siempre se había declarado un firme defensor de los animales. Tras múltiples protestas de los ecologistas, opuestos categóricamente al uso de estos animales con fines recreativos, las autoridades rusas tomaron cartas en el asunto y liberaron a las 87 belugas, 11 orcas y 5 crías de morsa cautivas.
