El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se reunirá la próxima semana en Estados Unidos con su homólogo de la Casa Blanca, Joe Biden, así como con la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, y con quien será su oponente en esa cita de noviembre, el expresidente republicano Donald Trump, tras participar en la Asamblea General de la ONU y para hablar sobre el estado de la guerra con Rusia.
Zelenski se reunirá con Biden y Harris en la Casa Blanca en encuentros separados, ha informado la secretaria de prensa Karine Jean-Pierre. Las reuniones girarán en torno a la invasión rusa, “incluido el plan estratégico de Ucrania” y el “compromiso inquebrantable” de los actuales líderes demócratas. La Presidencia de Ucrania ha precisado, por su parte, que Zelenski presentará a Biden su nuevo plan para intentar vencer a Rusia.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha informado en un comunicado que “el presidente y la vicepresidenta de EEUU enfatizarán su compromiso inquebrantable de apoyar a Ucrania hasta que prevalezca en esta guerra”.
Como ya adelantó en las últimas horas el expresidente de Estados Unidos Donald Trump, Zelenski se reunirá también con el candidato republicano, siendo así la primera vez que se encuentran cara a cara tras la salida de este de la Casa Blanca. Hasta ahora la comunicación se había limitado a una llamada telefónica en junio.
También con empresarios
Además, está previsto también que el presidente ucraniano se reúna con representantes de empresas energéticas y de defensa estadounidenses, congresistas demócratas y republicanos, así como con la comunidad ucraniana.
El año pasado Zelenski también viajó a Washington tras la Asamblea General de las Naciones Unidas, que reunirá la semana que viene en Nueva York a 130 jefes de Estado o Gobierno y donde la guerra de Ucrania será uno de los temas centrales que se tratarán.
La última vez que Zelenski estuvo en Washington fue en julio para participar en la cumbre de la OTAN. En aquel marco, Biden anunció un paquete de ayuda militar para el país que formaba parte de la ayuda de 61.000 millones de dólares aprobada por el Congreso estadounidense en abril, que llegó tras meses de debate por el bloqueo de los republicanos.
