La sexualidad humana está plagada de mitos y creencias erróneas que persisten a pesar de los avances en la educación y la investigación científica. Desde falsas nociones sobre el punto G hasta ideas equivocadas sobre los efectos del Viagra, estos mitos pueden tener un impacto negativo en la salud y el bienestar sexual de las personas.
El sexo oral es un método seguro para evitar enfermedades de transmisión sexual
Una de las ideas más peligrosas es creer que practicar el sexo oral no conlleva el riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea, la sífilis, el herpes genital e incluso el VIH. Lamentablemente, esta creencia errónea pone en peligro la salud de muchas personas. Es importante recalcar que el sexo oral no está exento de estos riesgos y que se deben tomar las precauciones necesarias, como el uso de barreras de protección, para minimizar la transmisión de infecciones.
El coito interrumpido es un método anticonceptivo efectivo
Otra idea ampliamente difundida es que el coito interrumpido o «marcha atrás» es un método anticonceptivo válido. Si bien este método sigue siendo uno de los más utilizados en todo el mundo, no significa que sea confiable. De hecho, incluso el líquido preseminal puede contener espermatozoides activos, lo que aumenta significativamente el riesgo de embarazos no deseados.
La masturbación causa impotencia
Otro mito persistente es que la masturbación puede causar impotencia. Si bien es cierto que una frecuencia excesiva y erecciones prolongadas pueden tener un efecto negativo, la masturbación en sí misma no es la causa de la disfunción eréctil. Por el contrario, la masturbación puede ser beneficiosa para la salud vascular del pene y, en general, no tiene un impacto negativo en la función sexual.
El viagra pone en riesgo la vida
Muchos hombres creen que el uso del Viagra conlleva un grave riesgo para su salud. Si bien es importante tener precauciones y seguir las indicaciones médicas, es generalmente seguro para la mayoría de las personas. De hecho, este medicamento puede actuar como un cardioprotector y, en la mayoría de los casos, los efectos secundarios se limitan a dolores de cabeza leves.
El tamaño del pene determina el placer sexual femenino
Uno de los mitos más extendidos es la creencia de que el tamaño del pene es determinante para el placer sexual de las mujeres. Sin embargo, la investigación ha demostrado que la satisfacción sexual femenina depende de una variedad de factores, y que el tamaño del miembro masculino tiene una importancia relativamente baja. De hecho, estudios han revelado que la mayoría de las mujeres no considera el tamaño del pene como un factor decisivo en su disfrute sexual.
Solo las mujeres pueden tener múltiples orgasmos
Otro mito común es que solo las mujeres pueden experimentar múltiples orgasmos consecutivos. Si bien es cierto que las mujeres tienen una mayor capacidad para lograrlo, los hombres también pueden tener orgasmos múltiples, especialmente si son jóvenes. La clave radica en los diferentes tiempos de recuperación y la capacidad de volver a excitarse después del orgasmo.
El punto g es el «botón» del orgasmo femenino
Uno de los mitos más extendidos sobre la sexualidad femenina es la existencia del punto G como el «botón» del orgasmo. Sin embargo, la investigación ha demostrado que el punto G no es un punto específico, sino más bien una zona erógena variable que incluye el clítoris, la uretra y la pared anterior de la vagina. Estos elementos, en su conjunto, son los responsables de la respuesta orgásmica de las mujeres.
El sexo quema calorías y ayuda a perder peso
Algunas personas creen que tener relaciones sexuales puede ayudar a quemar calorías y perder peso. Sin embargo, la realidad es que el gasto calórico durante el sexo es relativamente bajo, con un promedio de solo 21 calorías consumidas durante una sesión de aproximadamente 6 minutos. Por lo tanto, el sexo no debe considerarse un sustituto de la actividad física regular y una dieta saludable cuando se trata de controlar el peso.
El semen es hipercalórico y engorda
Otro mito relacionado con el sexo y el peso es la creencia de que el semen es un líquido hipercalórico que puede hacer engordar. En realidad, el semen está compuesto principalmente por agua y sustancias nutritivas, pero contiene solo entre 5 y 7 calorías por eyaculación. Por lo tanto, el consumo de semen no tiene un impacto significativo en el peso corporal.