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Si bien parece sencillo manejar una lavadora simplemente arrojar
la ropa, agregar detergente y presionar un botón este proceso en
realidad requiere un cuidado y una atención especiales. Desde usar
la cantidad incorrecta de productos de lavado
hasta olvidar limpiar el tambor después de cada uso, existen
múltiples formas en las que podemos dañar inadvertidamente tanto
nuestra ropa como la propia lavadora.
Uso
excesivo de detergente en cápsulas para cargas pequeñas
Si bien las cápsulas de detergente son
extremadamente convenientes, su uso no es recomendable para cargas
de ropa pequeñas. Estas cápsulas están diseñadas para lavar al
menos una carga media de
la lavadora. Al usarlas en cargas reducidas, se genera un
exceso de productos químicos que pueden dañar tanto las
prendas como el interior de la máquina, dejando residuos
que pueden obstruir las bombas y el motor.
Olvidar
ventilar el tambor después del lavado
Cerrar la lavadora inmediatamente después de sacar la ropa deja
el tambor en un estado de alta humedad, creando el
entorno perfecto para el desarrollo de moho y
bacterias. Para evitar este problema, es crucial dejar
la puerta entreabierta durante 15-20 minutos
después de cada uso, o limpiar la superficie con un paño para
acelerar el secado.
Preferir
el detergente en polvo sobre el líquido
Si bien el detergente en polvo es más eficaz para eliminar
manchas profundas, en muchos casos el detergente líquido es una
mejor opción. En primer lugar, el líquido es más adecuado para
el pretratamiento de manchas. Además, deja menos
residuos en la ropa y es más seguro para los electrodomésticos, ya
que se disuelve mejor que el polvo, evitando así obstrucciones en
el sistema.
Agregar el
detergente directamente al tambor
Colocar el detergente directamente en el tambor, especialmente
si se trata de un producto en polvo, es una mala práctica por dos
razones principales. Primero, la lavadora está diseñada para
liberar el producto en el momento adecuado, y alterar esta
secuencia puede impedir que el detergente se disuelva por
completo. Segundo, esto puede provocar que el producto no
se elimine por completo de la ropa, dejando manchas y rayas
blancas.
![](https://www.aurana.es/wp-content/uploads/2024/09/9-errores-que-no-solo-danan-nuestra-ropa-sino-que-tambien-arruinan-nuestra-lavadora.jpg)
Uso excesivo de
suavizante
Si bien el suavizante de telas aporta fragancia y
suavidad a la ropa, sus beneficios se limitan a estos
aspectos. Técnicamente, el suavizante no contribuye a un mejor
lavado y, por el contrario, puede ensuciar la
máquina. Debido a las características de su composición,
el suavizante puede propiciar el crecimiento de moho y obstruir el
electrodoméstico y sus tuberías.
No agregar
la cantidad de detergente necesaria
Así como el exceso de detergente puede causar problemas, una
cantidad insuficiente tampoco es la solución. Una dosis
demasiado modesta no lavará la ropa adecuadamente,
lo que obligará a lavar con más frecuencia, acelerando el desgaste
de las prendas.
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No quitar el
pelo de la ropa antes del lavado
Si tienes mascotas en casa, es común que la ropa se cubra de su
pelo. Sin embargo, no conviene lavar las prendas en este estado, ya
que los pelos pueden aglomerarse y obstruir los orificios
de drenaje e incluso la bomba de la lavadora, causando
averías. Dedica unos minutos a retirar el pelo con un rodillo
adhesivo antes de lavar para evitar problemas y costos de
reparación.
Dejar la ropa
mojada en el tambor o la cesta
La humedad crea el entorno perfecto para el crecimiento de moho.
Por lo tanto, es importante no dejar la ropa mojada, como
toallas o prendas deportivas, en el tambor o la cesta. En
su lugar, cuelga y seca las prendas antes de iniciar el próximo
lavado, para evitar olores desagradables y daños.
Ignorar
las bolas de lana para secado y suavizado
Aunque los suavizantes químicos son muy populares, las bolas de
lana ofrecen una alternativa más eficiente y menos
perjudicial. Estas bolas no obstruyen la
lavadora, no contienen fragancias alergénicas y ayudan a secar,
suavizar y evitar la electricidad estática en la ropa, todo ello
sin los inconvenientes de los suavizantes tradicionales.
Adoptar estas buenas prácticas de lavado no solo
preservará el estado de nuestra ropa, sino que
también prolongará la vida útil de nuestra
lavadora, evitando costosas reparaciones y manteniendo su
funcionamiento óptimo. ¿Cuáles otros errores comunes de lavandería
agregarías a esta lista?
todo)
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