En un mundo donde el desperdicio de alimentos
es un problema alarmante, es importante conocer cuáles son los
productos que pueden consumirse con seguridad
incluso después de su fecha de caducidad. Diversas organizaciones
expertas, como el Journal of Food Science, Food Safety y
StillTasty, han dedicado esfuerzos para informar a los consumidores
sobre este tema y ayudarnos a aprovechar mejor los
alimentos.
Contrario a la creencia popular, la fecha de caducidad no
siempre es un indicador definitivo de que un producto ya no
es apto para el consumo. Existen múltiples alimentos que
pueden disfrutarse con total tranquilidad días o incluso semanas
después de su fecha de vencimiento, siempre y cuando se hayan
almacenado
correctamente y no presenten señales de
deterioro.
Carne de res:
más duradera de lo que crees
La carne de res, cuando se encuentra debidamente empacada y
almacenada en el refrigerador, puede consumirse hasta cinco
días después de su compra sin ningún problema. Incluso, si
se mantiene en condiciones de refrigeración simple, este período
puede extenderse hasta por dos días más.
Si decides congelar la carne, esta puede durar hasta
cuatro meses en perfecto estado. Sin embargo, es
importante tener en cuenta que este plazo no se aplica al pollo ni
al pescado, cuya vida útil es más corta.
Frutas y
verduras congeladas: larga vida útil
Los paquetes de frutas y verduras congeladas que encontramos en
los supermercados suelen sugerir un período de consumo de dos
semanas. No obstante, la realidad es que, al vaciar el exceso de
jugo de los envases, estos alimentos pueden mantenerse en
excelentes condiciones hasta por 10 meses.
Es importante destacar que esta regla no aplica para los
vegetales frescos, ya que la «magia» de los productos congelados
radica en los conservantes, el sodio y el
azúcar que se les añaden durante el proceso de
congelación.
Pan de
molde: más allá de la fecha de caducidad
Mientras el pan de molde no presente moho de color
verdoso, se puede consumir sin problema incluso después de
su fecha de caducidad. De hecho, Food Safety afirma que, si se
retira la parte mohosa, el resto del pan sigue siendo comestible,
aunque quizás no tan fresco como cuando recién se compró.
Tomando en cuenta el tiempo en el que el pan comienza a
endurecerse, se puede consumir un paquete de tamaño regular en
aproximadamente 2 semanas y media sin mayores
inconvenientes.
Queso: sobre su fecha de
caducidad
Al igual que sucede con el pan de molde, el queso también puede
consumirse unos días después de su fecha de caducidad, siempre y
cuando no presente hongos de color oscuro. Según
los expertos, se puede disfrutar del queso hasta 5 días
después de la fecha indicada en el envase.
Pasta
seca: dos años de vida útil
La pasta seca puede durar hasta dos años sin
preparación. Por lo tanto, si tienes un paquete en casa
con una fecha de expiración de hace un año, no es necesario que lo
deseches.
Cereales:
larga duración
Al igual que la pasta seca, los cereales también pueden
mantenerse en buen estado durante aproximadamente dos
años. Esto significa que puedes sacar provecho de esos
paquetes que han estado olvidados en tu
despensa.
Crema
de cacahuate o avellana: más allá de la fecha
Si encuentras un tarro de crema de cacahuate o avellana con
descuento por estar cerca de su fecha de caducidad, no
dudes en llevártelo. Este tipo de productos pueden durar
hasta un año más después de la fecha impresa en el
envase, siempre y cuando se mantengan bien sellados.
Yogurt: una
semana más después de la fecha
Según el Journal of Food Science, el yogurt puede consumirse
hasta 5 o 7 días después de la
fecha de caducidad impresa en el envase. Por lo tanto,
no es necesario desechar ese yogurt que has olvidado en el fondo
del refrigerador.
todo)