Los presuntos autores de la masacre en la sala del Crocus Music Hall lograron viajar cientos de kilómetros a bordo de un auto destartalado antes de ser capturados, en una increíble y audaz fuga que alimenta los interrogantes sobre la respuesta de las fuerzas de seguridad rusas al ataque ocurrido el pasado viernes en las afueras de Moscú.
Según detalles revelados este miércoles por el diario italiano Corriere della Sera, los terroristas consiguieron durante horas dejar atrás a policías, tropas especiales, cámaras y satélites a bordo de su destartalado Renault.
Todo el ataque, calificado como terrorista por las autoridades rusas y reivindicado por el grupo yihadista ISIS-K, duró apenas 13 minutos, según el relato del jefe del Comité de Investigación ruso Alexander Bastrykin.
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De acuerdo a los registros oficiales, los atacantes llegaron a Krasnogorsk, el lugar del ataque, a bordo de un Renault Symbol blanco. Entraron a la sala de conciertos a las 19:58 locales, disparando y degollando. Luego prendieron fuego al recinto y a las 20:11 salieron. El ataque dejó 140 muertos y 80 heridos, según el último balance.
Finalizada la masacre, los atacantes huyeron a bordo del mismo vehículo con el que habían llegado. En medio del caótico tráfico del viernes a la tarde, tomaron la circunvalación de Moscú (la Mkad, habitualmente semiparalizada a esa hora) y luego la autopista M3 que lleva a las fronteras con Bielorrusia y Ucrania.
Todo ello pese a que el Renault ya había sido filmado por las cámaras de seguridad del Crocus Music Hall y en la autopista había poco tráfico a la noche.
Aún así, según dijo el presidente bielorruso Alexander Lukashenko, tras el ataque las fronteras entre Rusia y Bielorrusia se pusieron en alerta máxima y los controles se reforzaron inmediatamente. Según el dictador bielorruso, los fugitivos se habrían percatado de ello y decidieron desviarse hacia Ucrania.
El Renault fue finalmente interceptado en el pueblo de Khatsun, en la región de Briansk. Los terroristas ya estaban a 378 km de la capital.
En Briansk, fronteriza con Ucrania, habían sido alertados el Grupo de Cobertura de Fronteras, formado por hombres de la Guardia Nacional de Rusia, el FSB, la policía y la milicia chechena.
Los agentes dispararon contra el coche, que no se detuvo, y pincharon al menos una rueda. Pero los terroristas continuaron su fuga: regresaron a la autopista y volvieron a salir al cabo de unos quince kilómetros, hacia el pueblo de Teploe.