La soledad infantil parece ser cada vez más prevalente en la sociedad actual. Según un estudio realizado en 2023, el 38.7% de los adolescentes reportaron sentirse moderada o extremadamente solos, con sentimientos que se vieron exacerbados por la pandemia de COVID-19. Asimismo, la Encuesta del Centro sobre la Vida Estadounidense de 2022 reveló que la mayoría de los miembros de la Generación Z afirmaron haberse sentido solos al menos una o dos veces al mes durante su niñez.
Estas estadísticas ponen de manifiesto que la soledad es, lamentablemente, una parte inevitable de la experiencia infantil para muchos. Sin embargo, para algunas personas, esta sensación de aislamiento es aún más profunda y persistente. Si recuerdas que estuviste mucho tiempo solo durante tu infancia, es posible que esa soledad pueda manifestarse en forma de rasgos de personalidad en la edad adulta.
Las causas de la soledad infantil
Según el Dr. Ray W. Christner, psicólogo, existen varios factores que pueden llevar a un niño a sentirse solo:
- Falta de amistades cercanas: un niño puede tener dificultades para hacer o mantener amistades, ya sea por timidez, ansiedad o falta de habilidades sociales generales. Si se perciben a sí mismos como diferentes debido a sus intereses, sentimientos o habilidades, también puede ser más difícil formar amistades y crear una red social.
- Mudanzas frecuentes: los cambios de residencia a menudo interrumpen la red social de un niño, dificultando la formación de amistades duraderas.
- Bullying o exclusión por parte de sus pares: ser víctima de acoso o exclusión puede conducir a sentimientos de soledad.
- Diferencias físicas, de salud mental o neuroevolutivas: estas características también pueden llevar a que un niño se sienta aislado de sus compañeros.
13 Rasgos negativos que suelen desarrollar los adultos que se sintieron solos de niños
La soledad infantil puede tener un impacto duradero en la vida de una persona. Según los psicólogos, los adultos que experimentaron soledad en su niñez suelen desarrollar los siguientes 13 rasgos negativos:
1. Ansiedad Social
El miedo al juicio o al rechazo social puede hacer que las interacciones sociales sean altamente estresantes para estos adultos.
2. Negatividad
Aquellos que fueron víctimas de acoso o exclusión durante su infancia pueden ver a los demás como poco confiables y optar por evitar los vínculos cercanos.
3. Dificultad para confiar en los demás
El temor a ser herido o abandonado puede llevar a estos adultos a ser desconfiados en sus relaciones.
4. Independencia extrema
El niño solitario que anhela el día en que ya no necesite o le importe tener vínculos, puede perseguir la independencia de manera excesiva, incluso dentro de una relación.
5. Mayor incidencia de depresión
Tener antecedentes de soledad o depresión en la infancia puede contribuir a sentimientos de tristeza y depresión en la edad adulta.
6. Baja autoestima
Quienes se sintieron solos de niños pueden tener una pobre autoimagen o incluso síndrome del impostor, creyendo que son ineficientes y no merecedores de amor o apoyo.
7. Hiperfoco en la apariencia
Debido a la baja autoestima, estos adultos pueden tomar medidas extremas para mejorar su aspecto físico.
8. Problemas de apego
Pueden desarrollar estilos de apego inseguros o evitativos, aferrándose demasiado a las relaciones o evitando la cercanía.
9. Comportamiento de venganza
Aunque no dañen a otros, pueden «congelar» a quienes intentan acercarse a ellos.
10. Mayor sensibilidad a las señales sociales negativas
Tienden a notar y reaccionar fuertemente ante los rechazos percibidos o las interacciones sociales negativas.
11. Dificultad para expresar emociones
Pueden tener problemas para identificar y comunicar sus propios sentimientos.
12. Extroversión extrema
Pueden sobrecompensar su soledad infantil desarrollando un grupo de amigos más allá de lo saludable.
13. Preferencia por la soledad
Pueden encontrar consuelo en estar solos, llegando incluso a aislarse de posibles apoyos sociales.
Cómo remediar estos rasgos negativos
Según los expertos, abordar estos rasgos negativos a menudo requiere un enfoque multifacético:
- Terapia psicológica: puede ofrecer estrategias para manejar la ansiedad social, construir la autoestima y desarrollar patrones de relación más saludables.
- Entrenamiento en habilidades sociales: te permite aprender y practicar estrategias de interacción.
- Construir una red de relaciones de apoyo: Puede proporcionar una base para mejorar la confianza y reducir la soledad.
- Enfrentar gradualmente las situaciones sociales: Puede ayudar a disminuir la sensibilidad a las señales negativas percibidas y reducir la ansiedad social.
- Prácticas de atención plena y autocompasión: ayudan a manejar los pensamientos y emociones negativas, y a fomentar una visión más amable de sí mismos.