En un episodio del mercado inmobiliario, una casa de cuatro habitaciones de la década de 1930 desató una guerra de ofertas, no por la vivienda, sino por el terreno sobre el que se asienta. La propiedad en 123 Stockbridge Ave. en West Atherton cambió de manos por aproximadamente 9.5 millones de dólares como un lote de 1.147 acres. La casa recibió 14 ofertas, tanto de desarrolladores inmobiliarios como de familias que buscan construir desde cero.
Atherton, un enclave adinerado al sur de San Francisco, ha sido durante mucho tiempo un lugar para los ultra ricos, con residentes como Steph Curry y el inversionista tecnológico Marc Andreessen. Su código postal es el segundo más caro del país, según datos de PropertyShark de octubre.
Según la agente de listados, Gina Haggarty de Compass, “la casa no tenía un valor significativo”. Los compradores no pagaban por la nostálgica fachada estilo francés-campestre, sino por el terreno que hay debajo.
La casa existente de 2,830 pies cuadrados fue construida en 1936 y se espera que sea demolida. El listado enfatiza que el valor reside en el extenso terreno, descrito como “ideal para nueva construcción y para construir el estilo de vida de sus sueños”. Con frondosa vegetación en el perímetro, la propiedad ofrece una privacidad significativa.
Lo que hizo notable la venta fue la velocidad con la que ocurrió. La casa salió al mercado el 1 de octubre por poco menos de 8 millones de dólares y estuvo bajo contrato el 16 de octubre por un precio muy superior al solicitado. Los registros muestran que la propiedad estaba bajo amenaza de ejecución hipotecaria, con casi 5 millones aún adeudados por un préstamo de 2017.
Por la mayoría de los estándares, fue una venta por dificultades. Pero en el sobrecalentado mercado de demoliciones de Atherton, no hay verdaderas gangas. Aún así, algunos consideran esto un “robo”. Los expertos señalan que la disponibilidad limitada para visitar la propiedad probablemente aumentó la competencia.
¿Qué alimenta el auge? Especialistas inmobiliarios especulan que la fiebre del oro de la IA está trayendo nueva liquidez al mercado ultra lujoso del Área de la Bahía, reavivando la demanda por lotes premium.
En una región definida por un inventario de viviendas limitado y precios por las nubes, la guerra de ofertas refleja dramáticas divisiones sociales y económicas. Los lotes que antes se valoraban por sus casas ahora son solo un marcador de posición para una mega mansión.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**