
Por Peter de la Rosa
Mientras se mantenía en la práctica privada de asesoría, Alejandro Fernández W. vendía en medios de comunicación y digitales una imagen de técnico profesional cuyo objetivo era lograr en las instituciones públicas o privadas donde asesoraba y ofrecía sus seminarios la eficiencia económica mediante el control del gasto.
A través de su página Argentarium ganó una gran cantidad de seguidores asesorando sobre gastos, inversiones y manejo económico eficiente, con este aval ofrecía seminarios, congresos y charlas explicándole a sus oyentes como se podía vivir con el sueldo que se ganaba sin tener que endeudarse, y si estaba endeudado trabajar para liberarse de estos compromisos agobiantes.
Tras ser nombrado como superintendente de Bancos en 2020 por el presidente Luis Abinader dijo que su norte seria proteger a los consumidores de los abusos y malos tratos de las instituciones bancarias, muy poco ha hecho Alejandro Fernández W. en este campo con el cual se comprometió, lo que si ha hecho violando sus propias teorías y postulados es subirse el sueldo de RD$999,970 a RD$1,145,184, a tan solo 2 años de estar en el cargo, pero lo que más sorprende es que su consejera personal, pasó de ganar RD$237,500 a RD$543,979. un aumento que necesitaría ser explicado, debido a que aumentos superiores al 100% con sueldos tan elevados no son norma ni en sector público y mucho menos en el privado.
Tras tomar posesión del cargo Fernández afirmó que trabajaría eficientizar el gasto en la SIB y empezó una ola de cancelaciones de supuestos “ sueldos innecesarios” y con poca rentabilidad, cancelando a mensajeros, conserjes, recepcionistas para “aminorar” la carga económica de la institución, pero al parecer todos este supuesto ahorro de nómina fue a parar al bolsillo del superintendente y sus colaboradores más cercanos.