Cepillarse los dientes por la mañana parece ser lógico e indiscutible, ya que, además de deshacerse del mal aliento, se cree que cepillarse los dientes antes de comer podría tener algunos otros efectos beneficiosos.
El cepillado de los dientes de la mañana siempre ha sido objeto de debate, mientras que parece lógico cepillarlos después de haber ingerido una comida, algunos tienen el hábito de hacerlo apenas se levantan sin haber probado bocado alguno. Algunos dicen que es importante proteger al esmalte de los dientes de la acidez de los alimentos que vamos a desayunar, o la destrucción de las bacterias que se han almacenado durante la noche. Pero ¿Realmente es posible justificar científicamente el cepillado de dientes antes de comer?
Varios expertos aseguran que el cepillado previo a la comida con pasta dental que contenga flúor y la menta puede afectar el sabor y la sensación de placer al momento de saborear los alimentos. Por estos motivos, se recomienda hacer un primer cepillado sin pasta dental hasta que se desayune para eliminar cualquier residuo de la noche anterior. De hecho, muchos consideran que no es necesario usar pasta dental en todos los cepillados, ya que lo que se busca generalmente es el buen aliento y no la limpieza.
Lo cierto es que lavarse los dientes antes del desayuno no tiene muchos efectos positivos en la salud dental, ya que esto no permite recoger los restos de comida que se acumulan en toda la zona de la cavidad bucal después de una comida. Cabe resaltar que el cepillado después de comer, no solo entrega mejores resultados que el cepillado antes de hacerlo, sino que también permite prevenir la formación de la placa dental (una capa de proteínas salivales, bacterias y toxinas) que se forma durante la noche y los restos de los alimentos que acabamos de consumir, reduciendo la probabilidad de que aparezca la caries. Es cierto que durante la noche las bacterias proliferan porque el funcionamiento general del cuerpo se ralentiza. Este es un periodo en el que aparecen bacterias anaerobias (capaces de multiplicarse sin oxígeno), que producen ácidos y toxinas, pero estos no son intrusos violentos que deban ser eliminados apenas se despierta. De hecho, cuando nos despertamos el organismo retoma su ritmo, lo cual le permite regular la presencia de los seres que sean más o menos nocivos que aparecieron mientras descansaba. Por lo tanto, no es necesario cepillarse los dientes apenas nos levantemos, ya que realmente no es necesario para reducir la presencia de bacterias.
Con respecto a las virtudes protectoras de la pasta de dientes, la cual se dice que puede contrarrestar los ataques ácidos de un desayuno, lo cierto es que esto ha levantado muchas dudas, por ejemplo, cuando bebemos zumo de naranja, no mojamos los dientes con el líquido, ya que solo lo tragamos. Especialmente porque la producción de saliva aumenta de forma natural cuando el cuerpo entra en contacto con elementos ácidos, lo que permite que el pH de la cavidad bucal se regule por sí mismo sin necesidad del uso de pasta dental.
Entonces ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de las dos alternativas?
El cepillado de los dientes antes de comer puede recomendarse en caso de padecer de halitosis (lengua cargada) y debe ir acompañado de un ligero cepillado de la lengua.
El cepillado antes de comer no tiene más ventajas que aportar una sensación de frescura a la boca. Y el cepillado después de comer combina los beneficios de la primera con las ventajas de la segunda, las cuales son la eliminación de bacterias en la superficie de los dientes y los espacios interdentales.
Así que, ¿Cuál de las dos se recomienda más?
Como ya hemos visto, lo mejor es cepillar a fondo desde la encía hasta la parte superior del diente usando un cepillo de cerdas medianamente duras después de cada comida y priorizar la limpieza del espacio interdental usando cepillos o pequeños palos triangulares de madera.