“Jack off club”. Con estas tres simples palabras se describe todo un mundo de sensaciones, mayormente, masculinas. En español, estos lugares pueden ser descriptos como “clubes de masturbación”.
Es decir, espacios donde hombres acuden para masturbarse, ya sea como autosatisfacción o, bien, como un acto compartido. Sin importar la orientación sexual de los asistentes o las historias que se acumulan en estos ámbitos, lo cierto es que comenzaron a ganar terreno en todo el mundo.
Hasta momento hay 18 establecimientos de este estilo en Estados Unidos, 2 en Australia, 2 en Canadá, 1 en Reino Unido y el último recientemente inaugurado en Madrid, según enumera la web The Bator Blog, un sitio especializado en esta práctica. Pese a que la mayoría de los miembros de estos clubes se autodefinen como homosexuales, quienes son parte de estos grupos afirman que existe un número importante de heterosexuales.
Aunque todos aclaran, sea en el idioma que sea, que no existen esas clases de preguntas ante quien busque sumarse a estos comportamientos.